La edición de 2024 destaca por la diversidad de perspectivas artísticas y la innovación en las técnicas utilizadas por los cuatro seleccionados. A través de distintos procesos creativos, que abarcan la fotografía analógica y digital, el revelado experimental, la manipulación de imágenes de archivo y el vídeo, sus proyectos exploran la memoria de los territorios y de los objetos, la herencia familiar, así como el propio lenguaje fotográfico desde un punto de vista autoetnográfico. Ángulos únicos y diversos enfoques experimentales conforman una pluralidad de voces que enriquecen el proyecto expositivo.


Estefania Bedmar: En el patio de mi casa. Ofrece una reflexión sobre la resignificación de los espacios públicos como lugares privados y afectivos. Bedmar centra su atención en el antiguo vertedero de Can Planes, ubicado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), un lugar que, aunque fue clausurado en los años setenta, nunca fue descontaminado correctamente. Este territorio, cubierto por toneladas de tierra y con restos tóxicos enterrados, se convierte en el escenario de una investigación visual y emocional.

Para la artista, el vertedero no solo es un espacio geográfico, sino también un lugar de recuerdos personales, donde pasó parte de su infancia, paseando con su perro, compartiendo confidencias con amigas y viviendo sus primeros amores. Con sus fotografías busca explorar la relación entre la degradación física del lugar y las conexiones emocionales que lo transforman en un espacio afectivo.

Estefania Bedmar, 'En el patio de mi casa', 2023. © Estefania Bedmar.

Estefania Bedmar, ‘En el patio de mi casa’, 2023. © Estefania Bedmar.

Bedmar utiliza carretes experimentales y fotografía analógica y digital para evocar la toxicidad y el deterioro del paisaje, mientras juega con la superposición de imágenes y las imperfecciones técnicas como reflejo de la tensión entre pertenencia y desapego.

Laura Aranda: Yo también quise ser Robert Capa, pero no hacer sus fotos. Un viaje introspectivo en el que la artista reflexiona sobre su relación con la fotografía y el proceso creativo. Utiliza como marco conceptual para su trabajo la autoetnografía, un método de investigación social que parte de la experiencia personal para comprender una realidad cultural compartida.

El proyecto se articula alrededor de un fotoensayo compuesto por 15 imágenes que provienen de su archivo personal, recopilado a lo largo de los últimos 20 años. Estas fotografías, impresas en papeles de diferentes colores, buscan cuestionar los límites y las posibilidades del medio. Además de las imágenes, la artista presenta una manta tejida a ganchillo que funciona como un objeto simbólico y un artefacto emocional que complementa el ensayo visual.

Laura Aranda, 'Yo también quise ser Robert Capa, pero no hacer sus fotos', 2021-2023. Fotografías digitales e imágenes de archivo. © laura aranda lavado.

Laura Aranda, ‘Yo también quise ser Robert Capa, pero no hacer sus fotos’, 2021-2023. Fotografías digitales e imágenes de archivo. © laura aranda lavado.

Lavado plantea preguntas sobre el papel de la fotografía como un diario personal, una herramienta especulativa y un documento social. A través de su trabajo invita al espectador a explorar las conexiones entre las experiencias visuales y las emociones, así como a reflexionar sobre las contradicciones inherentes al proceso de creación.

Malu Reigal: Pan, pijo y habas. Surge de una investigación sobre las relaciones de afecto que se generan en un entorno radicalmente masculinizado: la cría y el adiestramiento de palomos de competición. La tradición familiar, iniciada por su abuelo y continuada por su tío, es el punto de partida para un análisis de las tensiones entre la elección y el mandato, y cómo estas relaciones están condicionadas por el entorno y los ritos heredados.

Malu Reigal, 'Pan, pijo y habas', 2021 - en proceso. Fotografía analógica en 35 mm. © Malu Reigal.

Malu Reigal, ‘Pan, pijo y habas’, 2021 – en proceso. Fotografía analógica en 35 mm. © Malu Reigal.

Reigal utiliza la fotografía como medio para examinar las identidades masculinas y las dinámicas afectivas en un contexto que ha definido una identidad colectiva homogénea. A través de sus imágenes, la artista cuestiona las fronteras entre el cuidado y la posesión, el afecto y la obligación, y el legado familiar frente a la construcción de una identidad propia. Su trabajo plantea interrogantes sobre la relación de los hombres con su entorno, con sus raíces y consigo mismos, en un contexto social donde es primordial la necesidad de pertenencia y adaptación al grupo.

Alain Rojas Pastor, 'Vestigia', 2023. Fotografía macro digital. © Alain Rojas Pastor.

Alain Rojas Pastor, ‘Vestigia’, 2023. Fotografía macro digital. © Alain Rojas Pastor.

Alain Rojas: Vestigia. Se centra en la relación que los seres humanos establecen con los objetos a lo largo de la vida y cómo estos se convierten en vehículos de recuerdos y emociones. El proyecto parte de una investigación personal sobre las «reliquias» de la madre del artista, que incluyen objetos tan diversos como cordones umbilicales, una pluma de periquito o un pañuelo con su aroma. Cada objeto es portador de una historia y actúa como un puente hacia el pasado, evocando memorias y emociones íntimas.

Su serie explora temas universales como la memoria, la pérdida y el paso del tiempo, mientras que también aborda la capacidad de los objetos para inmortalizar momentos y relaciones humanas. El proyecto juega con la polisemia del concepto de inmortalización, ya que los objetos no solo preservan recuerdos, sino que también funcionan como símbolos de las conexiones emocionales que han dejado una huella indeleble en la vida de las personas.


En línea con ediciones anteriores, cada uno de los cuatro proyectos presentados en KBr Flama’24 cuenta con una publicación propia que incluye una selección de imágenes y textos en edición bilingüe en español y catalán. Estos libros forman parte del catálogo de la exposición y se venden conjuntamente.

Además, Fundación MAPFRE organiza el programa educativo Cuando la fotografía es arte, dirigido a niños y jóvenes con el objetivo de dotarles de herramientas para comprenderla desde diferentes perspectivas.

Recursos de la exposición:

Aranda, Laura

Bedmar, Estefania

Reigal, Malu

Rojas, Alain

Impulso

El programa KBr Flama fue concebido como una plataforma para impulsar a aquellos fotógrafos que han concluido su formación y buscan dar sus primeros pasos en el arte fotográfico. A través de esta exposición, Fundación MAPFRE refuerza su compromiso con la promoción de nuevas generaciones de creadores, brindándoles visibilidad y una oportunidad única para mostrar su trabajo en un contexto expositivo relevante. Las instituciones colaboradoras desempeñan un papel fundamental en este proceso, ya que proporcionan a los artistas emergentes una sólida base técnica y conceptual que se refleja en sus proyectos.