Comisariada por la directora artística del Museo Ruso, Evgenia Petrova, esta muestra desvela nuevas facetas del artista. En ella se aprecia con claridad la influencia de Rusia y sus artes populares en la obra del genio; y a su vez, la notoria influencia de Kandinsky en Rusia y sus artistas.
Kandinsky y Rusia incluye 78 obras, 29 de ellas piezas de Kandinsky procedentes del Museo Ruso de San Petersburgo y de otras colecciones públicas y privadas de Rusia, que comparten espacio con autores de iconos, grabados conocidos como lubok y elementos etnográficos como cestas, trineos, juguetes, ruecas, piezas textiles, etc.
El autor del libro De lo espiritual en el arte imprime en esta exposición esa espiritualidad y sentimiento que recorre hasta llegar a la abstracción y su desarrollo pleno desde este nuevo estilo revolucionario. Kandinsky y su círculo se inspiraban en las viejas tradiciones, dando paso a fórmulas expresionistas para terminar desarrollando una abstracción que tendrá como inspiración original esas formas y colores de la Rusia eterna.
Obras destacadas
Entre las piezas más destacadas del artista destacan Improvisación nº 11 (1910), Mancha Negra I (1912), Cuadro con orla blanca (1913), Cuadro con puntas (1919) y En blanco I (1920). Todas ellas denotan su ánimo e inquietudes, como en el caso de Cuadro con puntas, una composición abstracta que refleja su incomodidad con el régimen soviético opuesto a esa espiritualidad que profesaba el artista. También se pueden contemplar obras menos conocidas que el autor realizó sobre cristal, piezas frágiles en las que se puede observar cómo el vidrio está fracturado desde hace décadas.
Para que el visitante pueda conocer con mayor profundidad el perfil de Kandinsky y su vinculación con otras disciplinas artísticas, la Colección del Museo Ruso ha habilitado un espacio didáctico complementario, que bajo el título de Arnold Schönberg y Vassily Kandinsky (hasta julio de 2017), profundiza en la relación de amistad y mutua admiración entre el compositor y el artista, una sala en la que se llegará a entender cómo Kandinsky era capaz de hacer música con su pintura y cómo Schönberg dibujaba entre partituras.