Una de las características principales de la obra de Melotti es la ligereza y la búsqueda de una narrativa con un lenguaje propio, liviano, alegre y sugerente. Según explica el crítico e historiador del arte Valeriano Bozal en el catálogo que se ha editado con motivo de esta exposición, el artista italiano “creó un mundo de sugerencias y evocaciones en sus esculturas, cerámicas, pinturas y dibujos”.
Melotti forma parte del grupo artistas contemporáneos reacios al énfasis que hacen de la fragilidad uno de sus ejes fundamentales, con elementos materiales mínimos, en estructuras elementales, destacando sus posibilidades de flexibilidad, verticalidad y horizontalidad. La experimentación es otro de sus recursos característicos, que puso en práctica con la cerámica desde sus inicios, aunque también con materiales nuevos.
Teatro protagonista
Esa variedad se constata en la selección de piezas que se exponen en la Galería Elvira González, entre las que se encuentra La danza della sposa (1979), con ligeras figuras elaboradas en latón, o la escultura de hierro Arte del contrappunto plastico n. 1 (1969), así como una serie de bajorrelieves realizados en arcilla o en técnica mixta sobre yeso.
La muestra también incluye obras como Il balletto (1964) y Da Shakespeare (1977) que reflejan el interés de Melotti por las artes escénicas, un tema recurrente en su trayectoria, ya que son numerosas las obras del artista que tienen al teatro como protagonista, y de hecho, él mismo escribió en uno de sus poemas: “Tutto un grande teatro” (Todo es un gran teatro).
La música, la arqueología y la mitología griega fueron también claves y motivo de inspiración para el escultor italiano.
Sobre Melotti
[1]Fausto Melotti se formó en la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de Pisa y se doctoró en Ingeniería Electrónica en el Politécnico de Milán. Paralelamente estudió piano y también escultura con el artista Pietro Canonica. En 1928 se matriculó en la Accademia di Brera en Milán, donde fue alumno de Lucio Fontana y Adolfo Wildt, con quienes entabló una estrecha amistad. A partir de entonces desarrolla una intensa producción artística de dibujos, pinturas y poemas. Después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a interesarse por la cerámica, siendo reconocido con el Gran Premio de la Triennale di Milano en 1951 y con medallas de oro en Praga y Múnich.
Participó en el proyecto de Figini y Pollini para el Palazzo delle Forze Armate en Roma y también realizó junto a Gio Ponti otros dos grandes proyectos: la Villa Planchart en Caracas (1956) y la Villa Nemazee en Teherán (1960). Su obra ha sido objeto de numerosas exposiciones en museos y galerías de todo el mundo, entre las que destaca la antológica que en 1979 se celebró en el Palazzo Reale de Milán y dos años más tarde en Forte Belvedere en Florencia. Pocos días después de su fallecimiento en 1986, la 46ª Bienal de Venecia le concedió su máximo reconocimiento, el León de Oro.
Su primera exposición en España se celebró en la Galería Elvira González en 2005 e incluyó la publicación de un catálogo con textos de Francisco Calvo Serraller.