La muestra, centrada en el fotolibro Barcelona, blanco y negro, propone un viaje en el tiempo en el que las imágenes están dispuestas en forma de grandes murales, escaparates, ampliaciones y proyecciones, planteando nuevas maneras de ver y leer fotografías en el espacio expositivo.
En el marco de la exposición –un trabajo en equipo del MACBA, el comisario Horacio Fernández, el estudio Langarita-Navarro Arquitectos y los diseñadores Ramón Pez y Laia Abril, y la editorial RM– se ha abierto al público el archivo de Miserachs depositado en el Centro de Estudios y Documentación del Museo.
Obras más destacada
Xavier Miserachs publicó en septiembre de 1964 su obra más destacada, Barcelona, blanco y negro, un fotolibro que reúne casi cuatrocientas fotografías que muestran la ciudad a través de sus habitantes, imágenes de la vida cotidiana de los barceloneses en una ciudad que se transformaba día a día.
Esta obra surge de su deseo de hacer un libro estrictamente fotográfico, compuesto por imágenes que formen un conjunto que se pueda leer y mirar como una película o novela, más que un libro de fotografías: un fotolibro. Este es el modelo que define la historia de la fotografía, marcada por la publicación de obras como Life is Good & Good for You in New York de William Klein (1956) o Les Américans de Robert Frank (1958).
Barcelona, blanco y negro tiene dos modelos. El primero, la exposición itinerante del Museum of Modern Art de Nueva York de 1955, The Family of Man, en la que Miserachs confirma su vocación y descubre que la fotografía que suele denominarse «humanista» y remite a conceptos abstractos también sirve para «contar, comunicar, explicar, aumentar el conocimiento de los otros a través de la experiencia propia».
Gentes y espacios
El segundo se identifica con los fotolibros urbanos de William Klein, que Miserachs admira por su «originalísima forma de sugerir las ciudades centrando la atención en los signos que suministran sus gentes y espacios». En las fotos que siguen ‘el patrón Klein’ (que es el dominante en Barcelona, blanco y negro) el tema no importa, «no ocurre nada, la imagen parece tomada al azar». Las fotos no son válidas por sí mismas, como imágenes individuales, sino que solo funcionan en el contexto del libro, que exige un lector activo que interprete a su modo los textos sin palabras, los relatos visuales.
Pese a la larga historia del fotolibro, estos han llegado recientemente a los museos de arte contemporáneo, y actualmente los mejores son considerados obras de arte por su combinación única de alta y baja cultura y por su capacidad para construir relatos tan complejos como los del cine o la literatura. La exposición Miserachs Barcelona parte de la idea de que los fotolibros permiten construir una historia propia de la fotografía, más cerca de la experiencia que del arte, y propone varias maneras de mirar y leer fotos en el espacio artístico huyendo del formato expositivo convencional.
Pasear por sus páginas
En Miserachs Barcelona, las fotos de Barcelona, blanco y negro se encuentran dispuestas en forma de grandes murales, escaparates, ampliaciones y proyecciones. Al principio se presenta un panorama crepuscular, irreal y documental al mismo tiempo, que remite a los horizontes lejanos del cine. Después se entra en la ciudad, en un montaje a modo de mecano que recrea las exposiciones de los años en los que Xavier Miserachs preparaba su fotolibro. Se trata de un modelo que empezó a practicarse en las aulas de la Bauhaus y alcanzó su plenitud fotográfica en las estructuras portátiles de The Family of Man. Más adelante es posible pasear literalmente por las páginas del fotolibro de Miserachs y las pobladas calles y plazas de una Barcelona sin turistas gracias a grandes ampliaciones tridimensionales, que transforman el espacio en una escenografía teatral en la que el espectador puede sentirse actor. En otra sala dominan las proyecciones, que envuelven al público en un continuo cambio en el que el pasado y el presente se confunden. Al final se muestra en una pantalla Barcelona, blanco y negro con todo detalle. En este espacio también se encuentran ejemplares del fotolibro y las derivas del itinerario seguido por Miserachs durante su preparación.
Con motivo de la exposición, el MACBA y la editorial RM han coeditado dos versiones del libro Miserachs Barcelona (porfolio y biblioteca), en las que el comisario Horacio Fernández propone un recorrido inédito por las imágenes originales, reinterpretando al fotógrafo y su trabajo más ambicioso. Un seminario internacional sobre fotolibros y museos previsto para noviembre dará lugar a una nueva publicación en 2016.
Extraordinario fondo
También hasta el 27 de marzo, y con el título A.XMI, el MACBA muestra al público una selección de materiales fotográficos y documentales del Fondo Xavier Miserachs, así como un recorrido por los distintos procesos de trabajo que el Archivo del Centro de Estudios y Documentación MACBA (CED) llevó a cabo para incorporar, catalogar y difundir este importante fondo fotográfico.
Este Fondo está formado por unos 60.000 negativos, 20.000 transparencias, 2.500 hojas de contacto, correspondencia y otros documentos que reflejan la trayectoria profesional del fotógrafo, desarrollada entre 1954 y 1998.
Desde la incorporación del Fondo al MACBA, gracias al depósito realizado por la familia Miserachs en 2011, el Archivo del CED ha trabajado en el inventario y catalogación de los materiales fotográficos y documentales, que se encuentran referenciados en su totalidad y disponibles para su consulta pública. Con la voluntad de favorecer el conocimiento y la difusión del trabajo del fotógrafo, una parte destacada de las imágenes fotográficas de su Fondo está digitalizada y abierta a la consulta en línea.