Comisariada por Miguel Ángel Blanco [1], la muestra presenta una selección de óleos, esculturas, mapas, material documental, grabados y objetos antropológicos utilizados por los nativos americanos. En cuanto a los artistas presentes, destacan, entre otros, Albert Bierstadt, gran representante del paisajismo norteamericano, George Catlin o Frederic Remington.
Además incluye grabados de Karl Bodmer, que llegó a Estados Unidos a principios del siglo XIX y viajó al interior del país con el antropólogo alemán Maximiliam Zu Wed Neuwied, ofreciendo una visión idealizada de la vida india a través de los caracteres y costumbres de los nativos americanos. Todos ellos sentaron las bases para la construcción del mito del Far West que ha llegado hasta el presente en la cultura popular.
La representación de la grandiosa naturaleza norteamericana estuvo muy influida por el Romanticismo. En las obras que se exponen se manifiesta la gestación de un paisaje sublime, elaborado por los pintores de la Escuela de Río Hudson, que se trasladarán progresivamente hacia el Oeste, viendo en aquellas espectaculares tierras vírgenes un “nuevo Edén”, siguiendo en gran medida la fórmula establecida por Albert Bierstadt.
La exposición ofrece también una sección dedicada a los bandoleros, con la que se destaca el paralelismo existente entre la forma de vida de estos marginales fuera de la ley, que habitaron en el siglo XIX en las serranías del sur de España, y el ‘salvaje oeste’.
Las obras utilizadas para esta exposición, que ya pasó por el Museo Thyssen de Madrid, provienen, además de la colección de los barones, del Museo Antropológico de Madrid, el Museo Naval, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo del Prado, el Museo del Romanticismo y la Biblioteca del Bosque de Miguel Ángel Blanco, entre otros.