Desde la participación en las luchas feministas nacionales (aborto, derechos sexuales, divorcio), hasta aquellas que fueron específicas de la ciudad, como la manifestación en solidaridad con las mujeres que iban a ser juzgadas en Basauri acusadas de prácticas abortivas (1979), las protestas feministas en el caso del ‘violador del chándal’ (1989), el encierro en el cine Emperador (1989), las concentraciones contra la violencia machista ‘lunes sin sol’ (2005), la invisibilidad de las lesbianas en la ciudad o cuestiones relacionadas con derechos laborales o coeducación, el proyecto recorre más de cinco décadas de trabajo de las asociaciones, colectivos y activistas de la ciudad a través de materiales gráficos (carteles, folletos, invitaciones, recortes de prensa, etc.) y de testimonios orales de las mismas activistas.
El origen del proyecto se encuentra en 2013, cuando el movimiento feminista llevó a cabo diferentes acciones y encuentros de activación de la instalación Contenedor de feminismos, que formaba parte de la exposición Genealogías feministas en el Arte Español: 1960-2010 en el MUSAC. Este dispositivo, diseñado por las artistas Carme Nogueira, Uqui Permui y Ánxela Caramés para conservar y difundir los documentos producidos por grupos feministas, se convirtió en un archivo itinerante que puede activarse en contextos geográficos y temporales diversos.
La apropiación del contenedor por parte del movimiento feminista de León derivaría en la construcción de un archivo genealógico [1] en línea de los movimientos feministas de la ciudad desde los años 70 hasta la actualidad. En la actualidad forman parte del proyecto las asociaciones y grupos ADAVAS, F.F.M. Isadora Duncan, A.F.L. Flora Tristán, A.L. Simone de Beauvoir, Femicletacción, PELOS Feministas, Líneas de Fuga, Insumisas al patriarcado, y Mujer y revolución.
El archivo recoge todo el material gráfico digitalizado correspondiente a estos grupos feministas, asociado a unas etiquetas que permiten una navegación temática, además de información de cada una de las asociaciones y grupos y del proyecto.
Testimonios
La exposición que incluye el MUSAC en el Proyecto Vitrinas muestra una selección de los materiales gráficos pertenecientes a estas asociaciones, además de documentos sonoros que recogen testimonios de mujeres relevantes en la ciudad.
La muestra permite hacer una lectura de los intereses, acciones y servicios en los que se centran estos feminismos, organizados en base a seis bloques temáticos: Centros de asistencia, Violencia, Derechos sexuales y reproductivos, Coeducación, Trabajo y Accionismo de calle.
El museo ha organizado una serie de actividades alrededor de la muestra, como el taller Archivando-pensando relatos por la igualdad de las personas (del 12 al 15 de julio), destinado a niños de 8 a 12 años participantes en el programa Pequeamigos MUSAC.
El proyecto se completa con un seminario centrado en el análisis de la historia de los feminismos en España, que tendrá lugar los días 15 y 16 de julio bajo el título Historias y archivas del movimiento feminista.
Organizado por Maite Garbayo, investigadora y escritora, y Conchi Unane, doctora en Antropología y docente en la universidad de León y la UNED, contará con la participación de las activistas e investigadoras Fefa Vila Núñez, Paula Vega Prieto, Beatriz Suarez Briones, Susana Rioseras, Lucas R. Plater, Uqui Permui, Justa Montero, Gelen Jeleton, Ana Gaitero, y de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán. A partir de la pluralidad de relatos y puntos de vista se tratará de avanzar en la reconstrucción de la historia del movimiento feminista hasta llegar a los debates actuales.
40 años de historia
El Archivo comienza en las décadas de los 70 y 80 cuando, tras la muerte de Franco y durante los primeros años de la Transición, los grupos activistas produjeron una importante cantidad de materiales gráficos. El movimiento feminista identificó en la gráfica y en sus posibilidades estéticas una potente herramienta de cuestionamiento y de transmisión ideológica.
Conscientes del valor de las imágenes y de los signos, plasmaron sus ideas y reivindicaciones en papel y en acciones a pie de calle que la mayoría de las veces no fueron documentadas. Muchos documentos no están firmados y permanecen sin atribuir, debido a que se inscribían en prácticas colaborativas en las que la militancia y la colectividad anulaban la autoría individual. La primacía del do it yourself se complementaba con la colaboración de artistas, diseñadoras o estudiantes de Bellas Artes que, afines a la causa feminista, contribuían a ella con su trabajo.
Las reivindicaciones se centraron, al igual que en otros países, en cuestiones concernientes a la autonomía del cuerpo de las mujeres (especialmente derechos sexuales y reproductivos), aunque aquí hubo que hacer frente a una legislación muy conservadora que apenas había cambiado tras la muerte de Franco. La consecución de una Ley del Divorcio y la amnistía para las más de 350 mujeres que en 1976 aún permanecían en las cárceles españolas por los llamados delitos específicos (adulterio, aborto y prostitución), fueron las luchas del movimiento feminista. Siguieron la despenalización de los anticonceptivos, el aborto o la violencia machista.
En 1975, Año Internacional de la Mujer convocado por la ONU y con la dictadura franquista dando sus últimos coletazos, se creó la Asociación Leonesa de Mujeres Flora Tristán (hoy Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán). En aquel entonces, la buhardilla del CCAN era un hervidero social y político. La izquierda leonesa se camuflaba bajo la marca del Club Cultural de Amigos de la Naturaleza a fin de despistar a la brigada político-social que perseguía todo lo que se moviera fuera de la oficialidad del régimen. Esa buhardilla fue el lugar desde el que muchos y diversos movimientos sociales vieron la luz en León.
Tras 41 años de andadura, esta asociación continúa con una intensa actividad. De ella derivaron asociaciones gestoras de recursos, como Simone de Beauvoir (1987) y ADAVAS (1991), creadas por las feministas para brindar apoyo profesional e integral a mujeres que sufrían violencia machista y sexual, a través de un centro de acogida y dos centros de día, en un momento en que no existía ni sensibilidad ni interés en asumir estos recursos desde la administración pública.
Por su parte, la Asociación de Madres Solteras Isadora Duncan fue fundada en el año 1984 con el objetivo de reivindicar y hacer valer sus derechos ante la discriminación evidente o soterrada que este colectivo padecía. También están presentes en el archivo grupos feministas surgidos en los últimos años, como Insumisas al patriarcado, Femicletacción y PELOS Feministas, que aportan nuevas perspectivas y aseguran un relevo generacional y la continuidad de las luchas feministas en la ciudad.