Según Asunción Cardona, directora del Museo del Romanticismo, la institución trata de recrear la vida durante el siglo XIX en todos los ámbitos y el movimiento cultural del Romanticismo no puede ser entendido sin todas las artes. «La ópera forma parte de ese todo. Es el gran acontecimiento social (y por tanto cotidiano) del siglo XIX y por eso esta colección nos parece muy especial», ha explicado.
Así, hasta principios de diciembre, el Museo albergará trajes del siglo XIX encargados por importantes figurinistas y creados por la imaginación del Departamento de Figuración del Teatro Real. La colaboración continuará durante todo el año. El público podrá ver diferentes piezas del vestuario relativas a diferentes títulos perteneciemntes al Romanticismo que el Teatro Real tiene en su temporada.
Para Joan Matabosch, director artístico del Real, «el eje romántico es importante y relevante durante todas las temporadas. En esta, Roberto Devereux de Donizetti encarna a la perfección ese espíritu, aunque habrá otros títulos que lo harán de la misma forma, como son Il Puritani de Bellini o las óperas de Verdi Rigoletto y Luisa Miller.
Ovidio Ciñera, jefe del Departamento de Caracterización del Teatro, es el encargado de comisariar la muestra. Afirma que es un orgullo exponer estos trajes en esta institución porque el siglo XIX fue un siglo muy teatral en el que las apariencias eran importantísimas y por eso tiene, además, especial relación con el teatro.
[1]Explica Ciñera que en su Departamento cuidan muchísimo todos los detalles: «Los vestidos que hacemos son verdaderos trajes de alta costura, como la grinolina que puede contemplarse en la muestra y que refleja el estilo más representativo del Romanticismo, una época de apariencia, en la que aunque a diario utilizaban vestidos más sencillos, en las galas éstos debían ser similar a éste. Muy ostentosos». A través de estos trajes el espectador puede contemplar también como evolucionó el estilo durante todo el siglo, ya que como el miriñaque era tan incómodo y tan difícil de llevar poco a poco se fue apostando más por el polisón.
La forma de trabajo del Departamento de Sastrería del Real queda patente en la muestra. Por ejemplo, para Roberto Devereux, a pesar de haberse hecho en coproducción con la Welsh National Opera, el Real ha tenido que confeccionar un nuevo traje para Sara, la duquesa de Nottingham, debido a las medidas de la nueva cantante y a diferentes exigencias de la figurinista. Éste es una de las obras expuestas.