En nuestro país, a diferencia de lo que ha sucedido en otras naciones europeas, esta orientación artística no ha sido objeto de exposiciones específicas, pese al gran desarrollo que tuvo, de manera que esta muestra ofrecerá por vez primera un planteamiento de la cuestión a través de obras relevantes de gran formato, pero poco conocidas, que incluirá también obra sobre papel, fotografía y cinematografía.
El proyecto expositivo ideado por Javier Barón, jefe de Conservación del Área de Pintura del Siglo XIX, invitará al visitante a conocer la sensibilidad, las exigencias y las denuncias que palpitaban en la sociedad española que servían de materia de expresión de pintores como Regoyos, Nonell, Fillol o el propio Picasso. La muestra ocupará todo el edificio Jerónimos del Museo (1.400 metros cuadrados) con casi 300 obras.
Tiempos convulsos
Durante los últimos años del siglo XIX tuvieron lugar en España importantes transformaciones sociales, en un periodo convulso que ve las primeras reivindicaciones obreras de gran calado y la pérdida definitiva de las colonias de Ultramar.
En sus diversas manifestaciones, la evolución del arte permite advertir la incorporación de nuevos asuntos y de un tratamiento estilístico diferente. La pintura proporcionó un contenido sistemático a temas que, por vez primera, afectaban a la realidad de todas las clases sociales. El triunfo del estilo naturalista, en relación y competencia con el de la fotografía, dio sentido a la plasmación de asuntos cotidianos tratados con veracidad objetiva, de modo paralelo a la novela naturalista.
A partir de la Medalla de Honor recibida en la Exposición Universal de París por la obra de Luis Jiménez Aranda [1]Una sala del hospital durante la visita del médico en jefe, los artistas españoles abordaron estos asuntos, en los que destacó Joaquín Sorolla. Junto a ello se produjo una reacción de orientación más expresiva, en la que se cuentan artistas como Darío de Regoyos, Isidro Nonell y Pablo Picasso, que no triunfó en los cauces oficiales pero que enlazó con la renovación más moderna vigente en esos años en París y otras capitales europeas. En otras artes como la escultura y la obra gráfica se advierte también este doble planteamiento.
Exposiciones Nacionales
Las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes fueron el marco para el que los pintores realizaron sus grandes lienzos de pintura social. El Estado adquirió buena parte de las obras premiadas en ellas con destino al Prado hasta 1894 y al Museo de Arte Moderno (extinto y fundido con el Prado en 1971) a partir de entonces. Por ello es la institución que reúne en sus colecciones el mayor número de obras en esta temática y también las más destacadas, así como algunas de sus esculturas.
Dada la estrecha interrelación en esta época de la pintura con otras artes, como la escultura, la fotografía, la ilustración y la litografía, esta exposición propondrá un enfoque amplio que permitirá advertir las aportaciones específicas de cada una de ellas, el modo diverso en que se relacionan con las propuestas del naturalismo y las interrelaciones y contaminaciones entre ellas.
Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910) cuenta con el patrocinio exclusivo de la Fundación BBVA.