Arturo Pérez-Reverte, que fue reportero de guerra durante 21 años, cubriendo, entre otras, la guerra de Bosnia y, en concreto, el asedio de Vukovar por los serbios, publicó El pintor de batallas en el año 2006, una de sus novelas más duras e intensas que, al igual que en Territorio comanche, se nutre de la vivencia en primera persona de los conflictos bélicos que cubrió en su labor como periodista. En palabras del propio autor, es “la primera vez que aplaudo la adaptación de un texto mío sin fisuras”.
La concentración espacial y de caracteres de esta narración la convierten en carne de cañón del teatro. No es solo una obra sobre las guerras sino también un abanico de temas interconectados, la pintura y la fotografía, la experiencia y su recuerdo, el silenciado dolor de las víctimas y sus impasibles testigos, víctimas y verdugos, el amor y su pérdida o las complejas y matemáticas combinaciones del tiempo y el azar, se despliega en ese duelo a vida y muerte entre el fotógrafo Faulques y su retratado Ivo Markovic y, sobre todo, pone ante los ojos del espectador una serie de dilemas morales casi irresolubles.
La historia comienza con un hombre que viene a matar a otro hombre. Las razones no están del todo claras. Sospechamos que para ninguno de los dos. Ante nuestros ojos despliegan razones, sentimientos y, sobre todo, batallas: historias de sangre, sudor, mierda e infinita crueldad. Historias de hombres, a fin de cuentas.
El pintor de batallas tiene algo de narración detectivesca, pero aquí no se trata tanto de descubrir quién es el asesino, pues el asesino somos todos, o sus silenciosos cómplices, como de indagar en sus razones, en sus almas.
- De miércoles a viernes a las 20.30 h / Sábados a las 19.00 y 21.30 h / Domingos a las 19.00 h.
- Teatro accesible: 8 y 9 de abril.