Precisamente el título que El Roto propone para esta muestra es también el de un dibujo del artista de Fuendetodos, perteneciente al Cuaderno C, que se puede ver solo unos metros más abajo.
La obra de Goya, con quien Rábago comparte una punzante visión crítica, es en este caso el punto de partida de la meditación de El Roto ha articulado sobre la inmutabilidad de la estupidez humana y la decadencia moral de nuestra sociedad.
Las obras de ambos autores están concebidas para hacer pensar, para interrogarnos. Muestran el lado oscuro y real de la existencia. Si Goya dibujó y grabó con la intención de hacer partícipe a la sociedad de sus críticas al comportamiento humano, otro tanto persigue El Roto a través de sus viñetas diarias, en las que conjuga la imagen con un breve pero expresivo texto, en coherencia con lo esencial de su austero trazo.
Si hoy en día la búsqueda de diálogos entre los artistas del pasado y el presente es algo recurrente en el ámbito de los museos, nada mejor que comprobar lo fructífero de este planteamiento al mirar y leer estos dibujos de El Roto, a medio camino entre el capricho y el disparate.