«La acción de las dos encargadas de abrir ambas temporadas transcurre en Sevilla, sin embargo, entre los dos textos hay nueve años de diferencia y en esos años han transcurrido grandes acontecimientos en la historia de Europa», relata el director artístico del Teatro, Joan Matabosch. Así, para él, en Las Bodas de Fígaro, el conde de Amaviva ha cambiado. Además se muestra el triunfo del criado, quien se encara a las maniobras del conde siendo consciente de ello. Todo en el tono ligero de una comedia, de una ópera buffa de Mozart, quien, además, hace una genial construcción de los personajes femeninos».
Para Matabosch, este título supone, además, un final feliz pero teñido de cierta melancolía por la fragilidad de los sentimientos, un tema que más adelante desarrollará el compositor de Salzburgo en Così fan tutte.
El éxito de Sagi
Es la tercera vez que la producción del director de escena Emilio Sagi recala en el Teatro Real, ya que volvió a pasar por el coliseo madrileño en el año 2011. En ella, el director quiere hacer una función hiperrealista pero desde el sentido contemporáneo. «Creo que tiene ese realismo y creo que es una ópera perfecta. Por eso no intenté buscar nunguna ayuda ni ningún truco. En ella todo tiene sentido y es perfecto».
«Creo que es una comedia de inteligencia en la que desde luego dominan las mujeres. El plan de Fígaro se cae y, sin embargo, el de ellas funciona perfectamente. Toda esa sutiliza y elegancia hace que funcione. Para terminar llega el perdón de la condesa. Sin duda, una de las frases más bonitas de toda la historia de la ópera», apunta el director escénico.
Bolton al frente
Ivor Bolton será el encargado de conducir al Coro y a la Orquesta Titular del Teatro Real. El director británico, además de deshacerse en halagos para Sagi, confiesa sentirse muy a gusto con los sistemas de ensayos del Teatro Real, «que destacan por su seriedad», y también con el elenco, entre los que se encuentran «varios de los mejores cantantes de la escena internacional», como Luca Pisaroni (que comparte el rol de el conde de Amaviva con Andrei Bondarenko), Davida Luciano (que comparte el papel de Fígaro con Andres Wolf) y Helene Schneiderman (Marcellina).
Así, la ópera será interpretada por dos repartos en los que se encuentran también Sofia Soloviy y Anett Fritsch (la condesa de Almaviva), Sylvia Schwartz y Eleonora Buratto (Susanna) o Elena Tsallagova y Lena Belkina (Cherubino), entre otros. Los trajes goyescos que llevarán durante la producción están diseñados por Renata Schussheim. Por otro lado, Nuria Castejón se ha encargado de crear una coreografía llena de gestualidad y evocación.