Lorca escribió un único guion de cine, Viaje a la luna, en 1927, durante su estancia en Nueva York. El guion no se llevó a la pantalla hasta que Frederic Amat decidió emprender un viaje al universo del poeta y realizarlo.
El guion está compuesto de 72 secuencias y cada una de ellas alberga una metáfora, una imagen singular. En el texto se pueden leer frases como “caleidoscopio en el que cien peces saltan o laten en agonía” o “cabeza asustada que mira un punto fijo y se disuelve sobre una cabeza de alambre con un fondo de agua”.
A la imagen construida por Amat hay que añadir la composición musical del francés Pascal Comelade. La banda sonora toma, como base rítmica, un sonido constante provocado por el tañido de un instrumento de cuerda. Sobre este sonido base se construyen distintas capas sonoras cuyo conjunto logra una elevada intensidad musical. Otro artista que ha colaborado con Amat en algunas producciones artísticas y participa en Viaje a la luna es el coreógrafo Cesc Gelabert.
La realización de Viaje a la luna se enriquece con reminiscencias de obras destacadas de maestros vanguardistas como Magritte, Man Ray, Max Ernst o Gustave Courbert. También hay que señalar el recuerdo de Un perro andaluz, obra que se deja sentir en el guion de Lorca.
Frederic Amat [1] ha recorrido una gran variedad de formas y lenguajes artísticos: pintura, escenografía teatral, danza, cerámica, escultura, acciones conceptuales y cine. La primera aproximación al mundo del cine fue Viaje a la luna. El artista logra llevar a la pantalla el texto intentando realizar un equilibrio entre la adaptación literal y la realización de una lectura excesivamente libre.
Aunque el conjunto de imágenes no tiene una lógica narrativa, a lo largo del metraje se extrae la representación del proceso evolutivo humano (desde el niño al adulto) simbolizado en el guion. Apoyándose en las técnicas digitales disponibles en el momento de realización del filme, Amat logra plasmar las imágenes del texto, armonizando la tecnología con la presencia artística del propio director, que utiliza procedimientos pictóricos, pintando sobre el propio celuloide y manipulando la textura del plano.
El cortometraje, rodado en 1998, cuenta en su elenco con Adrià Collado, Marta Carrasco, Albert Triola, Julio Manrique y Òscar Bosch.