El título de la exposición hace referencia a una «comparación» de experiencias interiores (las Expériences Intérieurs de Georges Bataille), según el contenido-mensaje de la imagen visual. Los trabajos seleccionados para esta muestra se encuentran divididos en cuatro espacios temporales: retro vanguardia (años 70), el nacimiento del modernismo (años 80), alto modernismo (años 90) y nouvelle lumière (pasaje al nuevo milenio).
La pintura de Bernard se mueve entre el arte abstracto y el figurativo, fiel siempre a los principios más exigentes del modernismo. En el mundo del arte de principios del siglo XXI, marcado por cierta frivolidad, su riguroso trabajo con las formas y el color lo emparenta con artistas como Mondrian o Kandinsky, aunque Bernard ha desplegado una imagen plástica propia a lo largo de toda su carrera.
En palabras de Andrej Medved, la pintura de Bernard surge de criterios o valores personales, hasta el punto de que se puede hablar del «absolutismo individual de su enfoque, que no está vinculado con clichés estilísticos tradicionales. A Bernard no le interesa la restauración de las antiguas pautas del modernismo; para él las formas predeterminadas de representación son puramente ilusorias».
Es importante insistir en la soledad o incluso en el aislamiento del artista, en su desgajamiento de cualquier tradición, lejos de formas culturales reconocidas. «El único punto de partida del pintor es el arte sin estilos impuestos, allí donde la pintura como necesidad creativa, como forma de reivindicación también como apología del cuadro, aparecen como su imperativo interior», concluye el comisario.