La muestra propone el ajuste espacio-temporal entre tres campos de producción distintos y vinculados entre sí, tres maneras de entender el territorio, la ciudad y la casa, formas distintas y relacionadas de estar en el espacio doméstico, la arquitectura y el urbanismo, reinvenciones de los flujos de circulación, de movilidad y de paseo, cuyo desarrollo en el presente arranca en la segunda mitad del siglo XX.
En un primer campo muestra la atención de los trabajos de artistas ligados a la Internacional Situacionista por la ocupación y movilidad en el espacio de los romaníes, los gitanos, los flamencos o la bohemia del exilio político español, especialmente los libertarios.
Un segundo campo explora los diversos proyectos sociales de habitación que fueron realizados en Francia, España y Portugal con la idea de albergar a la población gitana teniendo en cuenta sus antecedentes particulares y las formas de vida que ocupaban, con sus particularidades familiares y de grupo y oficios deslocalizados. Asimismo aborda lo que fue una segunda fase, cuando se dan por fracasados los proyectos comunales y se pasa a asimilar la población gitana y otros grupos marginales en los grandes polígonos de viviendas construidos para la migración campesina y meridional
El tercero hace notar cómo los artistas gitanos y flamencos, al hilo de las reivindicaciones políticas en el tardofranquismo y la Transición y, concretamente, en el ámbito del teatro, fueron conscientes de estas transformaciones espaciales, y de cómo los nuevos modos de habitar el territorio exigían una cierta desterritorialización de los viejos escenarios.
Máquinas de vivir, fruto de una investigación en curso desde 2013, es un proyecto coproducido junto a La Virreina Centre de la Imatge, comisariado por Pedro G. Romero y María García, y coordinado por BNV Producciones y la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos.
¿Por qué Máquinas de vivir?
Pedro G. Romero y María García
«Máquinas de vivir toma su título de la locución primera que hiciera Federico García Lorca del famoso machine à habiter de Le Corbusier, figura clave y original del urbanismo y la arquitectura modernas. El término funcionalista lo aplica Lorca a la modesta vivienda de un flamenco de Granada. La apelación es conflictiva, hay trazos paternalistas, orientalistas, incluso colonialistas en ese asimilar la funcionalidad de la casa moderna con la necesaria sobriedad de la casa de un pobre. No obstante, la brecha de significados que Lorca abre entre el vivir y el habitar es el centro sobre el que gravitan nuestras pesquisas: vivir y habitar, zoé y bios, vida natural y vida política».