La apertura en 2022 de la Galería Jónica norte de Escultura en el Prado [1] sirve de pretexto idóneo para reflexionar sobre la procedencia de varias de las más importantes colecciones escultóricas que se integraron en la Colección Real, y que conforman una parte de las colecciones de escultura del Prado; sobre este ámbito de diálogo entre el objeto y la atmósfera que lo alberga en el propio edificio que diseñó Villanueva; para plantear lo que ha supuesto la interacción del objeto tridimensional en el sitio en el que se ubica, y recordar su origen en los gabinetes eruditos, en las galerías, en los estudios de los artistas; y sobre todo para no olvidar que el Museo es, además de una de las más importantes pinacotecas del mundo, un museo de arte.
A lo largo de la historia del coleccionismo en el mundo moderno, la escultura ha ocupado un papel especial y diferenciado respecto de la pintura. La temática, el material y particularmente la perduración de la escultura antigua conservada, frente a la inexistencia de los soportes pictóricos, le han proporcionado un marco específico y, en su momento, una elevada consideración. En el caso hispano, y sobre todo en las colecciones de españoles formadas en Italia, también ha existido un particular enfoque sobre el tema centrado en la estatuaria clásica, y muy recientemente se han ampliado a la tradicional escultura en madera policromada.
A ello se une otro género específico de acopio centrado en el vaciado como el procedimiento para acercar los modelos referenciales a lugares distantes con una intención ornamental o didáctica, que terminó por generar otro importante matiz coleccionista.
– ¿Quiere conocer el programa [2]? Entradas en taquillas desde las 18.00 h de cada jornada. Es posible la asistencia presencial a las sesiones hasta completar el aforo. No se realiza emisión directa en línea de las conferencias, pero sí serán publicadas sus grabaciones.