Esta producción propia de la Fundación, que se dirige a niños, jóvenes, padres y profesores, ocupará todas las plantas de la sede viguesa, convirtiendo el edificio en un espacio de interacción intergeneracional entre padres e hijos. Paralelamente, la exposición Historias de la Historia ocupará el espacio expositivo de la Fundación hasta el 2 de marzo de 2014.
Festivalín nace con la intención de difundir el arte y la cultura contemporánea, educar a través de su conocimiento y trabajar un espíritu crítico desde lo lúdico, y para ello presenta propuestas musicales, artísticas y escénicas concebidas desde la conciencia de lo sostenible.
Actividades
Así, contará con actividades que incluyen cine para niños, conciertos, actividades pedagógicas, conferencias y debates para profesores, talleres para colegios y familias, así como otras actividades vinculadas al consumo responsable, la alimentación, etc. Todas son de entrada gratuita, aunque algunas requieren reserva previa.
Entre las propuestas presentadas destacan las actuaciones musicales de Maga Kids, los angoleños Katembe Project, la catalana María Rodés o el taller educativo de Dj Guillamino; la danza contemporánea de LaLolabaila o la fusión tradicional de Cantos do Xen. Además de cine, gastronomía y arte con actividades como Clubbing, De picnic en la Barrié o el huerto urbano,
Festivalín contará también con la presencia en modo de conferencia de profesionales como el arquitecto Pablo Gallego Picard o de Eileen Adams, una de las referencias internacionales en el campo de la pedagogía infantil desde una visión artística, quien presentará su proyecto The Big Draw.
Historias de la Historia
[1]Este festival acogerá también la exposición Historias de la Historia, planteada en sí misma como una suerte de ilusión, donde la realidad y su presentación es el resultado de una negociación entre lo que se ve y lo que uno piensa que está viendo.
La idea es construir, imaginar o conformar distintas historias de la Historia, que nunca es exactamente igual a cómo nos la han contado. El montaje de la exposición obedece a la mirada de un niño, teniendo en cuenta distintos juegos de escala y una colocación de las obras que seguirá en altura la evolución cronológica de la muestra a partir de una cinta métrica preparada para medir el tiempo.
Se trata de entender cómo la obra se transforma en relación al tipo de público que se enfrente a ella, buscando que la reacción física y perceptiva del público adulto sea, en algunos casos, tan extraña e incómoda como acostumbra a ser la de un niño en una sala de exposiciones, y viceversa.
La tercera planta de la Fundación Barrié se dedica al pasado y la cuarta al futuro, completándose todo con la quinta planta –zona dedicada a los talleres más experimentales–, que funciona como presente. La intención pedagógica trata de otorgar a los conceptos “pasado” y “futuro” una dimensión metafórica que trasciende lo cronológico.
Las obras seleccionadas, aunque nos conducen a distintos momentos de la historia, han sido realizadas por artistas contemporáneos e incluyen también obras representativas de la Colección de Pintura Internacional de la Fundación Barrié, así como otras obras de distintas colecciones privadas o intervenciones site-specific para esta exposición, como es el caso de la pintura mural de Alain Urrutia.