- hoyesarte.com - https://www.hoyesarte.com -

Florentino Díaz, pasajes de invierno

Florentino Díaz. Predicador callejero, Oslo, 1935 [1]

Florentino Díaz. Predicador callejero, Oslo, 1935.

Comisariada por Carlota Álvarez Basso, la instalación site specific de Díaz es una pieza conformada a partir de materiales de derribo y representa un barracón construido con viejas puertas de madera, sobre el que no cesa de caer la lluvia, remitiendo a uno de aquellos que acogen a inmigrantes, refugiados o, incluso, similares a cualquier campo de concentración. El conjunto funciona como metáfora de una Europa blindada, de puertas cerradas.

En su interior, pantallas de vídeo muestran al visitante las imágenes de vidas anónimas del siglo XX, recogidas de álbumes encontrados en mercadillos, con el Winterreise de Schubert sonando de fondo. Vídeos que se proyectan de forma simultánea y que no presagian el trágico destino que aguarda a sus protagonistas.

Hacer preguntas

La instalación recoge “historias que hablan de los momentos de felicidad ajena que han caído en el olvido, de la fragilidad de nuestra existencia y de la inconsistencia de la memoria, tanto de la individual como de la colectiva”, asegura Álvarez Basso.

Para el título, el artista se inspiró en el último gran proyecto inacabado de Walter Benjamin, El libro de los pasajes, en el que se “cuestiona el desarrollo de una historia que hasta ese momento no había cumplido las expectativas de liberación humana, y que en sus ruinas mostraba la imposibilidad de alcanzar sus metas últimas”, explica Díaz. De esta manera el artista interpela al espectador a que haga preguntas.

El proyecto, que le ha tomado a Díaz año y medio de preparación, está construido con puertas que tienen en ocasiones más de 50 años, algunas de ellas con carácter histórico, pertenecientes a recintos célebres como el Hotel Palace y Atocha 55. El agua que cae, símbolo del invierno, se presenta como una amenaza de tormenta.

Materiales recuperados

Las obras de Florentino Díaz se caracterizan, desde los años 1990, por el uso de materiales e imágenes recuperadas, elementos aparentemente sencillos pero cargados de sentido y de connotación emocional. El artista ha dedicado buena parte de su vida a bucear en los tesoros que esconde el Rastro de Madrid, y con el paso de los años ha conseguido una inimaginable y valiosísima colección de todo tipo de objetos y rarezas, utensilios, piezas domésticas con valor escultórico, libros y papeles que sugieren y desvelan momentos históricos y vidas individuales y nos transportan en el tiempo.

Entre las fotografías que se van sucediendo en una presentación en vídeo se encuentra una serie que data de entre 1890 y 1906, adquiridas en un mercadillo callejero de París por el artista. Estas, que forman parte de un álbum familiar, se proyectan en orden cronológico. Díaz seleccionó de entre todas las fotos de su colección las que pertenecían a álbumes más completos.

Díaz es un referente cuyo trabajo ha girado en torno al concepto de lo doméstico, de la casa concebida como un espacio cada vez más difícil de residir. Sus instalaciones se han expuesto en centros nacionales e internacionales, como el CAB DE Burgos, MEIAC de Badajoz, Museo Barjola de Gijón, Casal Solleriç Espai 4 de Mallorca, Museo de Cáceres, Salón de los 16, Kunstamt Kreuzberg-Bethanien de Berlín, y en ferias como Art Cologne, MACO-MEXICO, Liste The Young Art Fair de Basel, Art Chicago, Busan Bienal de Corea. Y forma parte de distintas colecciones privadas, museos e instituciones.

 

Florentino Díaz. Vista del entierro de la Reina Astrid de Bélgica, 1935 [3]

Florentino Díaz. Vista del entierro de la Reina Astrid de Bélgica, 1935.