En esta ocasión, el fotógrafo centra toda su atención en dos fotografías del macizo de las Maladetas, en el Pirineo de Huesca, realizadas por el vizconde Joseph Vigier tras ascender desde Luchon al Portillón de Benasque, a 2.440 metros de altitud, en el verano de 1853. Las imágenes de Vigier son el punto de partida para interaccionar con uno de los primeros fotógrafos que se enfrenta a la montaña desde una experiencia directa. Vallhonrat ha dedicado a este proyecto casi cinco años de trabajo.
La muestra exhibe 52 fotografías de gran formato, siete vídeos y una videoinstalación, repartidos en cinco secciones distintas: 42ºN (2011-2013), en la que se muestran las fotografías de estilo documental realizadas como medio de observación, análisis y representación de procesos naturales complejos; Deriva estándar (2011-2015), con fotografías de diversos hitos de montaña; Registro del margen (2012-2013), de vivacs de montaña, protecciones o refugios que aprovechan formaciones naturales; Fricción límite (2013-2014), que contiene registros de aludes así como de estudios nivológicos, relacionando lo caótico, lo inesperado y lo inevitable; y Eolionimia (2011-2014), un trabajo sobre fenómenos atmosféricos como tormentas de nieve, el efecto del viento, la niebla y otros agentes sobre los icebergs y auroras boreales.
El viaje como metáfora
«Interacciones, explica su autor, utiliza la imagen del viaje exterior como metáfora de la exploración interior de diversos modos de conocimiento y experiencia. Las obras que la integran presentan descripciones de configuraciones topográficas de alta montaña, interactuando en ellas elementos de tensión narrativa, registros de condiciones atmosféricas particulares y datos abstractos pertenecientes a códigos de representación espacio temporal de tipo científico.
Paralelamente, desarrollo otro tipo de piezas que dialogan con las anteriores, relacionadas con la experiencia del itinerario realizado, que remiten a mapas o maquetas, metáfora del contexto mental donde ubicar las puntuales y fragmentarias representaciones fotográficas».
El artista ha trabajado en estos ámbitos creando imágenes donde se confrontan la incertidumbre y la imprevisibilidad con la necesidad humana de control y previsibilidad. Este proyecto se entiende como una exploración sobre la experiencia de la montaña, la fragilidad del hombre frente a la naturaleza y las condiciones extremas, pero también como un cuestionamiento sobre diferentes modos de representación del entorno natural.
La experiencia del paso del tiempo lento y del espacio incierto de la alta montaña se dan en condiciones que propician un estado de vulnerabilidad. En estas circunstancias, la percepción del nicho ecológico y geoclimático de la alta montaña, ajeno y amenazante, se transforma poco a poco en una percepción de un lugar igualmente vulnerable en el que el conocimiento y la experiencia inmediata pueden dialogar frente a condiciones de incertidumbre.
Artista multidisciplinar
[1]Javier Vallhonrat es licenciado en Bellas Artes y en Psicología y tiene un máster en Psicoterapia Humanista Integrativa y Psicoterapeuta Gestalt. El trabajo de este fotógrafo y artista multidisciplinar ha sido distinguido con numerosos galardones: el Premio Nacional de Fotografía 1995 del Ministerio de Cultura; el Award of Excellence de la Society of Newspaper Design de EE.UU.; el Silver Award of New York Times Magazine, EE.UU., (1994); el Art Directors Club 76th Annual Awards, EE.UU.; el Premio Bartolomé Ros PhotoEspaña 2007, o el Premio de Fotografía Comunidad de Madrid 2009.
Ha realizado múltiples exposiciones tanto individuales como colectivas y su obra está presente, entre otras colecciones, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Colección Banco de España (Madrid), la Maison Européene de la Photo (Paris), The Marsh Collection (Londres), International Polaroid Collection (Boston), Philadelphia Museum of Art (Philadelphia) o el Musée d’Art Moderne Grand Duc Jean of Luxembourg (Luxemburgo).