La exposición incluye 185 fotografías, una selección de los más de 70 libros publicados por Basilico y cuatro vídeos sobre diversos aspectos de su trabajo, para realizar un repaso general a toda su carrera fotográfica. La muestra parte de su primera serie centrada en el paisaje y la arquitectura para concluir con las imágenes de algunas de las metrópolis contemporáneas, como Río de Janeiro o Shanghái.
La retrospectiva comienza con su primera serie dedicada a la arquitectura, Milano, ritratti di fabbriche (1979), para la cual fotografió todos los edificios industriales de Milán. Tras ésta vino la invitación a participar en la Mission DATAR, en Francia, para la que captó la imagen de la costa de Normandía (Porti di mare). Su fama comenzó a extenderse y llegaron los encargos de toda Europa.
En España participó en proyectos fotográficos en Madrid, Bilbao, Valencia, Barcelona, Lérida y Santiago. Siempre en ciudades que sufrían severos procesos de transformación económica y urbana. La idea de la pérdida, el sentimiento romántico de la ruina, es el eje de todos ellos, al tiempo que la búsqueda de criterios estéticos que permitan asumir esas transformaciones. Hay uno, sin embargo, que marca profundamente su visión y sienta las bases para el final de esta etapa, aunque ese fin llegara años más tarde. En 1991 es invitado, junto a otros fotógrafos, a visitar Beirut para documentar el centro de la ciudad tras veinte años de guerra. El resto del grupo lo formaban grandes nombres como Robert Frank, Josef Koudelka, Raymond Depardon, René Burri y el libanés Fouad Elkoury.
Cambio radical
La clave para la “desromantización” de su fotografía vino con el proyecto que, junto al arquitecto Stefano Boeri, presentó en 1997 en la Bienal de Arquitectura de Venecia. En Sezioni del paesaggio italiano, Boeri planteó una forma muy distinta de aproximación al territorio, más cercana a lo topográfico que a lo emocional. Seis franjas de cincuenta por doce kilómetros surcadas por una gran vía de comunicación fueron el escenario fotografiado por Basilico: espacios sin memoria, sin identidad. La verdadera esencia de lo periurbano.
A partir de este proyecto, su mirada cambia radicalmente. Sustituye la visión del viajero romántico por la del viajero moderno que se desplaza en automóvil y su búsqueda estética se centra en la articulación de una nueva mirada, desprovista ya de toda carga romántica, que se centra en la aceptación de los espacios urbanos y periurbanos y la formulación de un orden visual que sea capaz de posibilitar su apreciación, tanto en lo sociológico como en lo estético. Una búsqueda que le lleva a centrarse en la ciudad, marcándose siempre itinerarios centro-periferia, o en las afueras, y evolucionando, poco a poco, hacia la figura de la metrópoli y la ciudad interrumpida.
Esta exposición se enmarca en la Sección Oficial de PHotoEspaña 2017.
La entropía
En Física, la entropía es una magnitud que indica el grado de desequilibrio de un sistema. Se basa en la segunda ley de la termodinámica y se refiere a aquella energía existente en un sistema que no puede ser utilizada en un proceso termodinámico. Hace mención a un desorden existente dentro de un sistema y supone, además, que de ese desorden puede surgir uno nuevo de equilibrio u homogeneidad.
La idea de entropía ha llamado la atención de muchos teóricos del arte, de Rudolf Arnheim a Robert Smithson, ya que habla de una cierta tendencia al equilibrio a partir del caos. La intención de esta muestra es aplicar este concepto al estudio de la obra de Basilico y su evolución, desde sus primeros estudios formales de las fachadas de fábricas milanesas a la aceptación de la complejidad de los sistemas urbanos de las metrópolis modernas.