- hoyesarte.com - https://www.hoyesarte.com -

De la España negra a la España desposeída

Titulada De la España negra a la España desposeída: Solana – Pérez Siquier, la muestra reúne 112 obras, entre pinturas, estampas y fotografías, y ha sido comisariada por Leyre Bozal, conservadora de las Colecciones de Fundación MAPFRE, y Sara Moro, historiadora del arte y responsable de comunicación en el Museo.

Bozal y Moro han organizado su proyecto expositivo a partir de tres grandes ámbitos. El primero está dedicado al Solana pintor y reúne 10 obras del madrileño. Fechadas entre 1917 y 1938, pertenecen a su etapa de madurez y, con ella, se presentan algunos de sus temas predilectos: las procesiones, los seres inanimados, los bodegones, los tipos populares o, por supuesto, las carnavaladas y la muerte.

El segundo espacio está dedicado a su faceta de grabador y reúne 30 estampas. En concreto, la muestra expone 26 de los 28 aguafuertes catalogados del artista y cuatro de las siete litografías que de él se conservan. Nuevamente serán las escenas de extrarradio, los tipos más desfavorecidos, las mujeres y las carnavaladas los temas que habitan estas obras y que, al igual que en la pintura, se presentan desde un posicionamiento crudo, incluso desesperanzado; una realidad para la que Solana no imagina una situación mejor que la plasmada con un estilo en el que supo unir la tradición de la pintura española con aquellas corrientes que vertebraron su tiempo.

El tercer y último ámbito está dedicado al fotógrafo Carlos Pérez Siquier. Más específicamente a una de sus series más célebres: La Chanca. Pérez Siquier fue uno de los artistas clave en el desarrollo de la modernidad fotográfica española. Además de erigirse en catalizador del colectivo fotográfico más influyente de su momento, el Grupo AFAL, al almeriense vio donde otros no lo hicieron. Buen ejemplo de ellos es la serie que realizó desde mediados de los años cincuenta hasta 1965 en el humilde barrio de Almería. En este sentido, la exposición no sólo incluye la serie completa que llevó a cabo en blanco y negro entre 1957 y 1962, sino que incorpora también una selección de la que ejecutó más tarde, a mediados de los años sesenta, ya en color.

Como señalan las comisarias de esta muestra, la pintura de Solana dista mucho, tanto estilística como cronológicamente, de la serie de Siquier, y está claro que incluso su intención nunca fue la misma. Sin embargo, en ambos se desprende una misma necesidad: la de dejar constancia de esa España menos favorecida y más popular. Esa que arrastra siglos de historia en sus costumbres. Aquella que cimenta la más pura y profunda identidad. Esa es la intención de esta exposición: la unión de dos miradas esenciales en la construcción artística del siglo XX.