La defensa incombustible de la razón aplicada a la magia sumada a su personal cruzada contra el espiritismo, además de la incorporación en sus números de conceptos futuristas como la fuerza física, la velocidad, la tensión y el reto, le hicieron mundialmente conocido. Ayudándose de estrategias de comunicación, en sintonía con la vanguardia, que incluían prensa, publicidad, radio y cine, Houdini consiguió atraer la atención de los medios y creó grandes ilusiones en todos los sentidos.
La exhibición cuenta con reproducciones de carteles de la época, ediciones históricas de manuales, cajas de magia de principios del siglo XX, artilugios de magia de época, juguetes ópticos, un gimnasio decimonónico, la réplica de una camisa de fuerza y propuestas visuales que salen al encuentro del espectador para construir una idea global sobre la figura de Houdini.
Una gran jaula es el eje central de la exposición. Su papel es fundamental, ya que acerca al visitante a las sensaciones experimentadas por el que fue considerado el maestro del escapismo, no solo en sus actuaciones, sino en su vida. Su historia de superación fue inspiradora en una época, en torno a la Primera Guerra Mundial, en la que muchos empezaban de cero y escapaban de su pasado.
Seis secciones
Las secciones que forman la muestra son ¡Pasen y vean!, en la que se traza la historia de la magia desde los “traficantes de milagros” y freak shows, pasando por Robert Houdin hasta la era dorada de la magia teatral con Thurston, principal rival de Houdini, entre otros; Citius, altius, fortius, consigna que resume en gran medida la nueva actitud de la sociedad moderna basada en el progreso físico, moral y personal que encarnó Houdini tanto en su carrera como en su historia vital; Escape, especialidad considerada la disciplina más dura dentro de la magia, que le llevó al éxito y que popularizó con elementos de riesgo en conexión con los gustos de la época, como escapar de una camisa de fuerza, de la celda de una prisión o de una celda de tortura acuática.
La muestra continúa con Lo que creen tus ojos, que parte de la ilusión óptica como uno de los fundamentos de la magia que junto a desapariciones y engaños asombrosos son antesala del que sería uno de los mayores prodigios obrados por Houdini, la desaparición de un elefante; La gran ilusión recoge elementos clave del éxito del ilusionista en su promoción, más allá del de los carteles y los anuncios, pasando por apariciones en prensa y artículos para terminar en el mundo del cine. Por último está Código H, sección dedicada al auge del espiritismo, los médiums y el ocultismo tras la Primera Guerra Mundial y a la defensa que Houdini mantuvo de sus espectáculos de ilusionismo con fundamento científico, técnico y físico para crear ilusión en vez de fenómenos paranormales.