Del 9 de julio al 10 de septiembre, Toro se convierte en un verdadero museo. La monumental ciudad zamorana siempre ha mantenido fuertes lazos con América y en sus espacios históricos, iglesias y museos conviven este verano las obras más actuales y las de los siglos pasados. De esta manera, la Iberoamericana construye diálogos entre la expresión más contemporánea con su historia y patrimonio.
Hasta 12 artistas mexicanas participan en esta primera edición. Susana Casarín pone sobre la mesa la discriminación que sufren las personas transgénero en el Estado de Veracruz con su obra fotográfica Realidades y Deseos; Flavia Tótoro Taulis [1] explora lo micro con su serie pictórica Sinópticos; Ximena Pérez Grobet [2], fundadora y propietaria de Nowhere Press, expone los libros de artista que han publicado desde 1994.
En el Pabellón de México también se proyecta Cuerpo, dolor y sombras, una serie de videoperformances pertenecientes al fondo del Museo La Neomudéjar y seleccionadas por Mónica Sotos. En concreto se proyectan sucesivamente las piezas de María Eugenia Chellet, Sarah Minter, Ximena Cuevas, Grace Quintanilla, Inmaculada Abarca, Lysette Yoselevitz y Mónica Dower.
También participan 16 artistas españolas. La granadina Marina Vargas [3], cuyo trabajo comprende fotografía, escultura, dibujo y pintura, invita a reflexionar sobre la herencia cultural o la simbología a lo largo de la historia mientras que la ceramista Natalia Pintado participa con Picnic, una obra-homenaje a sus abuelos.
Otra artista destacada es la multidisciplinar Marina Núñez [4], cuya obra rompe todo canon de belleza, y la escultora Mar Solís [5], con su obra Fúrico, materia antimateria. Gloria García Lorca [6] representa las formas orgánicas de la naturaleza a través de Manos de barro, entre otras de sus esculturas, mientras que Pepa Mora [7] expone Lápiz sobre papel u Oreix y Concha Mayordormo propone una reivindicación feminista aunando la tecnología y la expresión artística más tradicional: la pintura.
La Iberoamericana de Toro reserva, además, un espacio en la iglesia del Santo Sepulcro para reivindicar el papel que juega la mujer en la artesanía. En Contemporánea de artes y oficios se exponen las obras de reconocidas artesanas y artistas; entre las que están Idoia Cuesta, Mariana Anaya [8] o Irene Infantes. [9]
Espacio de encuentro
Durante la clausura se anunciará el país invitado de la próxima edición. Además, un jurado de prestigio entregará el Premio a la Mujer del Año en las Artes, mientras que por votación popular se elegirá a la artista más destacada de esta edición.
TORO en 360. [10]