ÍDEM 2017, visibilizar la diversidad

Con el objetivo de visibilizar la diversidad y eliminar barreras a través de su programación, La Casa Encendida acogió durante 10 años el Festival de artes escénicas y discapacidad. La evolución de la propia sociedad y las demandas de un público cada vez más concienciado, exigente y comprometido, hicieron necesarios nuevos matices y la apertura a nuevas disciplinas y a otros ámbitos de exclusión social. Así nació ÍDEM.

Este festival conecta a espectadores y artistas para empatizar con nuestro entorno más cercano y contribuir a nuestra comprensión del mundo actual, con el fin de ayudar a transformar nuestra mirada. La programación, repleta de propuestas intensas, delicadas, emocionantes y sorprendentes, reta al público a conectar con la realidad que afecta a otras personas o colectivos cuya existencia se hace necesario reconocer para ayudar a cohesionar la sociedad.

^[1]El festival comienza con el estreno de la versión en español de Still in Paradise, de Yan Duyvendak y Omar Ghayattuna, una performance que reflexiona sobre la construcción de los pensamientos que alimentan miedos y rechazos en el ser humano.

Por las mañanas, el festival ofrece una experiencia singular para compartir con espectadores con discapacidad intelectual severa, Bailar el agua, de Raquel Sánchez y Chefa Alonso, que además de música y danza en directo propone un formato especial que produce una estimulación sensorial y emocional mucho más amplia.

La primera semana concluye con la reveladora película The Making of Justice, de Sarah Vanhee. La apuesta de esta edición es una pieza creada especialmente para ÍDEM 2017 que aborda la discriminación. Cosa negra, de Silbatriz Pons y Rolando San Martín, invita al espectador a ir al encuentro de alguien casi invisible y diferente; nuestro miedo al otro se disipa en presencia de un misterioso ser silbante.

La programación continúa con Nobilmente, de María Caudevilla, y Awake. Cheer up… Armageddon’s coming!, de Michael Achtman, que plantean diferentes reflexiones sobre la capacidad, tanto física y artística como existencial, al tiempo que transmiten una gran lección de resiliencia.

El festival se clausura con Mos Maiorum, de Ireneu Tranis, Alba Valldaura y Mariona Naudín, una pieza de teatro documental que traslada directamente al espectador la experiencia que viven los migrantes-habitantes de la frontera entre España y Marruecos que esperan cruzar algún día.