Estrenada en Los Ángeles en septiembre de 2010, la obra se inspira en la película franco-italiana del mismo nombre, dirigida en 1994 por Michael Radford y basada en la novela Ardiente paciencia del escritor chileno Antonio Skármeta, publicada en 1983. Pese a que el libreto de Il postino está escrito en español, la obra tuvo que mantener el título del filme italiano por acuerdos contractuales con los productores cinematográficos.
Plácido Domingo, amigo del compositor, le encargó la partitura para la Ópera de Los Ángeles, que la ha coproducido con el Theater an der Wien y el Théâtre du Châtelet.
Daniel Catán pudo asistir a su estreno mundial, en septiembre de 2010, y posteriormente a su presentación en Viena, pero la muerte lo sorprendió en abril de 2011 en Austin (Texas), dos meses antes de que la misma subiera a escena en París.
El compositor contaba entonces 62 años y se encontraba inmerso en la composición de su quinta ópera (sin contar la primera, que él mismo descatalogó), Meet John Doe, basada en la película homónima de Frank Capra.
Para las óperas precedentes, tal como en Il postino, recurrió a escritores latinoamericanos como Octavio Paz, en La hija de Rappaccini (1994); Gabriel García Márquez (El amor en los tiempos del cólera), en Florencia en el Amazonas (1996), o Eliseo Alberto y Francisco Hinojosa en Salsipuedes: una historia de amor, guerra y anchoas (2004).
Basada en la película
En las relaciones cada vez más frecuentes, complejas y permeables entre el cine y la ópera, Il postino es un caso singular, ya que el compositor parte directamente de una película para la creación de la ópera, alejándose de la obra literaria en la que se inspira el filme.
Así, si la pequeña novela de Skármeta sitúa la acción en un balneario chileno de la Isla Negra, poco antes del golpe de 1973, en la película y en la ópera la trama se desarrolla en una isla italiana en la década de los 50. También es visible la influencia directa del cine en la estructura de la partitura, con múltiples escenas y saltos temporales, articulados como si la ópera estuviera realizada en un estudio de edición cinematográfica.
Esta influencia del séptimo arte en la génesis creativa de la ópera se refuerza con la concepción escénica del director Ron Daniels, el escenógrafo Riccardo Hernández, la diseñadora de luces Jennifer Tipton y el editor del vídeo Philip Bussmann, que recurren a proyecciones fotográficas e imágenes cinematográficas para establecer un puente poético y fluido entre las artes audiovisuales y escénicas, dentro de un marco realista.
Con Vicente Ombuena
Vicente Ombuena, que interpretó el papel de Pablo Neruda en el Teatro Bellas Artes de México y en el Municipal de Santiago de Chile, sustituirá a Plácido Domingo en las cinco funciones del Teatro Real.
Dos de las cantantes que lo acompañaron han participado en el estreno mundial de la ópera: la chilena Cristina Gallardo-Domâs –que participó en las seis veces en las que se ha presentado esta producción (más de 25 funciones)– y la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, que la cantó en Los Ángeles y Santiago de Chile.
Debutarán sus papeles en Madrid el tenor italoamericano Leonardo Capalbo, como Mario Ruoppolo, y la soprano española Sylvia Schwartz, como Beatrice Russo, que cantará por primera vez en el Teatro Real después de actuar en los más importantes teatros europeos.
Pablo Heras-Casado, que participó en la temporada 2010-2011 del Real en una aclamada interpretación de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonnny, volverá a ponerse al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, después de haber dirigido a las más prestigiosas orquestas y agrupaciones de música barroca y contemporánea en Europa y América.