La Casa Bloc es un edificio de viviendas situado en el distrito de Sant Andreu, en Barcelona. Proyectado por los arquitectos Josep Lluís Sert, Josep Torres i Clavé y Joan Baptista Subirana, el edificio se construyó siguiendo el ideario del GATCPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) y los principios de la arquitectura racionalista: importancia de la función por encima de la forma, ausencia de ornamentación y prevalencia de la simplicidad.
El proyecto estaba destinado a alquileres sociales ante la demanda creciente de vivienda de los trabajadores de las fábricas de Sant Andreu. Aun así, el desenlace de la Guerra Civil obligó a que la mayoría de sus ocupantes fueran otros: familias de militares.
Algunos descendientes de esas familias todavía viven allí y personifican el espíritu de una casa que, según Visa, «va más allá del edificio arquitectónico y se convierte en una caja llena de vivencias y recuerdos». La autora destaca que algunos son vecinos de escalera que han compartido su vida desde hace más de setenta años. Casa Bloc es su casa y a pesar de que durante todo este tiempo siempre la han ocupado en régimen de alquiler, cada uno ha dejado una huella intransferible en el interior de cada piso.
Muchos vecinos son ya mayores y representan la última generación de los que habitaron la Casa por primera vez. Su huella vital se hace más evidente en contraste con el piso 1/11. Esta vivienda fue habilitada como piso-museo en 2012 por el Museu del Disseny de Barcelona y representa la estética sencilla y funcional que habían imaginado los arquitectos del GATCPAC en el momento de construir el edificio.
La serie fotográfica Casa Bloc, que se puede ver en el vestíbulo de la Fundació hasta el próximo 8 de mayo, retrata a estos últimos inquilinos y a sus viviendas, es decir, sus pisos, así como su manera de habitarlos.