Organizada por el Meadows Museum, la Frick Collection [1], Auckland Castle [2] y el Kimbell Art Museum [3], la muestra da a conocer resultados del primer análisis técnico de los lienzos, que se realizó durante el año pasado en el Departamento de Conservación del Kimbell y que reveló nuevos datos sobre los materiales y el proceso creativo del artista, así como sobre las fuentes impresas que inspiraron las figuras.
Es la primera vez que estas obras viajan a Estados Unidos y la primera que se presenta una serie de pinturas de Zurbarán de esta calidad en conjunto en el país. Tras su paso por el Meadows, la muestra se expondrá en la Frick Collection en enero de 2018 y después volverá a instalarse en Auckland Castle en mayo de 2018.
Doce de las trece obras de la serie fueron adquiridas en Londres en 1756 por el obispo de Durham, Richard Trevor, en una subasta de la colección de un comerciante sefardita llamado Benjamín Méndez. Trevor reformó el comedor de Auckland Castle para que alojara la serie, viendo en la presentación pública de estas obras la oportunidad de transmitir un mensaje sobre la necesidad de la tolerancia, así como de la comprensión entre judíos y cristianos.
En esta exposición, las 12 obras de Auckland Castle se reúnen con la decimotercera de la serie, en la que se representa al hijo menor de Jacob, Benjamín, cedida en préstamo por la Fundación Grimsthorpe and Drummond Castle Trust, de Bourne, Lincolnshire. También se muestran diversos grabados y estampas que inspiraron a Zurbarán realizados por artistas como Martin Schongauer, Alberto Durero y Jacques de Gheyn II.
Oportunidad única
“La serie de pinturas de Zurbarán procedente de Auckland Castle es extraordinaria y constituye una de las colecciones más destacadas de su obra fuera de España”, explica el madrileño Mark Roglán, director del Meadows Museum. “Estamos encantados de poder traer a Dallas estas obras de la pintura española del Siglo de Oro mientras se realiza una importante restauración en Auckland Castle, y de brindar con ello a los visitantes la oportunidad de contemplar en persona la serie Jacob y sus doce hijos, contextualizada en la historia y tradición estética del arte español”.
“Organizar esta muestra de la extraordinaria serie de pinturas de Zurbarán junto con el Meadows Museum y Auckland Castle ha sido una oportunidad excepcional”, afirma Ian Wardropper, director de la Frick Collection. “Hacía tiempo que deseábamos colaborar con el Meadows Museum, con el que compartimos un gran interés por el arte del Siglo de Oro español, y hacerlo en este proyecto, que nos permite mostrar la serie Jacob y sus doce hijos al público de la Costa Este antes de que regrese al recién restaurado palacio, ha sido especialmente gratificante”.
El Meadows Museum expone la serie completa en una sala, evocando su disposición en el comedor Long Dining Room de Auckland Castle, hogar de los cuadros desde hace más de 250 años. Se utiliza como telón de fondo un papel pintado obra de Zoffany, que es una copia del recubrimiento de las paredes del palacio, para que los visitantes puedan contemplar las obras tal y como se ven en Inglaterra.
En otra sala se presenta información detallada resultante del análisis técnico de las pinturas llevado a cabo en el laboratorio del Kimbell Art Museum, donde se examinaron las obras bajo luz natural y luz ultravioleta, con microscopio estereoscópico y mediante rayos X y reflectografía infrarroja. Además se analizó la trama del lienzo de las obras por primera vez. Esto aportó gran cantidad de información nueva sobre cada lienzo, como el tipo de lienzo utilizado, la tierra arcillosa sevillana contenida en la doble capa de preparación de la superficie, la aplicación de pigmentos y veladuras, y las formas en las que se alteraron distintos aspectos de la composición en las últimas etapas de la obra.
Luces y sombras
La investigación deja claro cómo Zurbarán, maestro del claroscuro, incorporaba luces y sombras desde la imprimación al organizar sus composiciones ya en la primera parte del proceso. El artista creó bocetos monocromáticos para cada obra valiéndose de la imprimación y también de zonas en tonos pardo-rojizos y grises para establecer su diseño inicial. Esta forma de proceder también le ayudaba a determinar cómo utilizar la luz y el color de la manera más eficaz, lo cual puede comprobarse en la imprimación opaca que subyace a zonas de luz, como en los ropajes de José. Coherente con su forma de planificar la obra, Zurbarán delineó los contornos de ciertos elementos iconográficos en la serie, como el cayado y algunas de las hogazas de pan de Aser, en negro y marrón rojizo respectivamente, antes de pintarlos realmente.
Claire Barry, directora de Conservación del Kimbell Art Museum, destaca que “a lo largo del proceso hemos sabido que el propio Zurbarán participó activamente en la creación de las obras, en lugar de limitarse a delegar su realización a su taller. Estas obras hablan ahora incluso con mayor claridad acerca de su creatividad e ingenuidad como artista, desde la manera en que transmitió las cualidades táctiles de los ropajes de las figuras hasta la expresividad del carácter y de la pose de cada personaje”.
Los investigadores del Kimbell Art Museum también identificaron otras fuentes impresas que se utilizaron en la creación de la serie, especialmente Los doce apóstoles de Martin Schongauer (s. XV). En algunos casos, las figuras de Zurbarán siguen muy de cerca determinados grabados, mientras que en otros las figuras son una mezcla imaginativa de detalles tomados de fuentes diversas. Por ejemplo, si un grabado de Durero sirvió de modelo para la figura de Naftalí, la representación de San Bartolomé pintada por Schongauer fue el prototipo de los gestos de las manos del patriarca.
Una selección de estas fuentes, junto con otras obras de referencia relacionadas, se presenta como parte de la exposición, entre ellas una biblia en español de 1630 y tres xilografías de Durero que datan de 1511, prestadas por la Biblioteca Bridwell de la SMU; la serie Los doce hijos de Jacob de Jacques de Gheyn II y un grabado de Philips Galle, prestados por el Metropolitan Museum of Art de Nueva York; y los mencionados grabados de Schongauer, prestados por el Museum of Fine Arts de Boston.
Un pequeño Prado en Texas
El Meadows Museum es la institución de mayor importancia en Estados Unidos centrada en el estudio y la presentación del arte de España. En 1962, el empresario y filántropo de Dallas Algur H. Meadows donó su colección privada de pinturas españolas a la Universidad Metodista del Sur, junto con fondos para crear un museo. El museo abrió sus puertas al público en 1965 y supuso el primer paso para cumplir el sueño de Meadows de crear “un pequeño Prado en Texas”.
En la actualidad, el Meadows alberga una de las colecciones de arte español más nutridas y exhaustivas que existen fuera de España. La colección abarca desde el siglo X al siglo XXI, y comprende objetos medievales, esculturas renacentistas y barrocas, e importantes pinturas de maestros del Siglo de Oro y modernos. Desde 2010 el museo se ha embarcado en una asociación multidimensional con el Museo del Prado que incluye el intercambio de conocimientos, exposiciones, obras de arte y otros recursos.