Jan Hendrix. Lotus, 2013.

Para Hendrix, el motor de creación artística es el dibujo, la naturaleza y el paisaje. En palabras del artista, “la gráfica es básicamente dibujo. Para poder hacer un dibujo de algo se ha de delinear, dibujar y redibujar hasta que se toma distancia con esta forma real con la cual se está trabajando. Porque siempre trabajo con formas que existen en nuestro mundo: hojas, ramas, tallos, piedras”.

Captar el paisaje

En sus obras siempre parte de un dibujo para captar el paisaje, como se puede ver en Dibujando la distancia, una serie de 30 impresiones digitales de pequeño formato donde está presente su juego de escalas. Este es también característico en el trabajo de Hendrix, que comparte con los románticos y los naturalistas del siglo XIX una visión entusiasta de la naturaleza y el paisaje.

Wolftree nace así de una pasión por descubrir y conocer, propia de tiempos pasados, pero totalmente contemporánea al traducirse en sus obras. El visitante se va a encontrar con una muestra que lo invita a observar, al igual que lo hace un botánico en plena naturaleza, al igual que lo hizo el propio artista que, durante 30 días y a diferentes horas, paseó por el bosque para captar los detalles y crear un mapa de su percepción de lo que le ofrecía la naturaleza.

Otras obras que se exponen en la exposición son la serie homenaje a Camille Corot, el tríptico Australis, el díptico Wolftree, la serie titulada Radio y la llamada Lacustre, y finalmente Lotus, que consta de 50 paneles con el positivo y el negativo.