El artista ha tomado prestado el título de un poema incluido en el libro Petals (1940) del malgache Élie-Charles Abraham. Esta recopilación de poemas, escritos en francés después de la descolonización, evoca con nostalgia el viejo Antananarivo en poemas que hablan de seducción y sentimentalidad. En sus textos, Abraham retrata la luz como pétalos de flores, delicados y siempre cambiantes con las estaciones, reactivos a la oscuridad y al tiempo.
Con este punto de partida, la muestra está dividida en dos partes: luz y tiempo. La primera alberga reconocibles obras en textil de Andrianimearisoa, que son una evolución de las serie de trabajos en papel de seda The Labyrinth of Passions. En este nuevo corpus retiene la técnica de sus laberintos, con sus repeticiones y accidentes, para crear representaciones de las cuatro estaciones. Estas obras, cosidas laboriosamente a mano con tiras de textiles encontrados, cuelgan de una estructura como si fueran pinturas.
Esta estructura, que recuerda que el artista fue educado como arquitecto, se apropia del espacio de la galería y lo muta en un cuerpo surcado por venas: las venas de la vida y del tiempo, un anuncio, que transportará a los visitantes a través de paisajes de diferentes horizontes, en una paseo que es la vida misma, hacia el nivel inferior de la galería, donde la segunda parte de la muestra es revelada.
Ésta sorprenderá a aquellos que ya conocen el estilo del artista, porque despliega un nuevo lenguaje: las reales estaciones de su corazón, diferentes periodos de su vida, reflexiones sobre momentos personales, que se convierten en obra a traves de un nuevo medio en la práctica del artista, el bordado. La temporalidad del bordado permite reflexiones profundas durante la producción, y conecta con la metáfora de las estaciones, mientras que representa obsesión y pasión.
Los cincuenta bordados que componen la segunda parte de Les saisons de mon coeur cuentan una historia donde el tiempo es tratado como una línea cambiante, como paisajes, una puesta de sol conmovedora, las olas del océano o la nieve sobre la montaña. Pero la sorpresa llega con los vivos colores usados para crear estos bordados, una novedad en la práctica de Andrianomearisoa, que diseñó las obras, pero entregó el proceso de selección y combinación de los colores a las bordadoras en su estudio de Madagascar.
Les saisons de mon coeur de Andrianomearisoa es una representación de los diferentes latidos de nuestros corazones, una representación de la escritura de nuestras propias vidas, que requiere ser más sentida que entendida.