Kaufmann hará, pues, su debut como cantante de lieder en el Real el 22 de noviembre, Día de la Música, con un programa atractivo y comprometido en el que exhibirá su reconocido talento y versatilidad, que concilia excelentes dotes dramáticas para los más exigentes papeles de ópera con una gran hondura y sensibilidad en las lecturas más delicadas del repertorio camerístico.
El programa que ofrecerá en el Real, junto al veterano pianista Helmut Deutsch –su fiel compañero de viaje en este tipo de recitales–, dará cuenta de la ductilidad y refinamiento de Kaufmann al transitar por las evocadoras canciones de Schumann, Liszt, Henri Duparc y Richard Strauss, que beben de la misma voluntad de expresar con música la indecible emoción de las palabras.
El tenor abrirá su recital con el ciclo de lieder sobre poemas de Justinus Kerner, que Robert Schumann (1810-1856) compuso en uno de los años más felices y fecundos de su corta vida, en el que escribió 139 canciones de asombrosa inventiva. Proseguirá con las exóticas melodías de Henri Duparc (1848-1933), escritas en la juventud, antes de que la neurastenia truncara su aliento creador.
En la segunda parte, Kaufmann abordará los apasionados Tres sonetos de Petrarca, que Franz Liszt (1811-1886) revisó a lo largo de 15 años, creando un tríptico que refleja el infinito espectro de las emociones amorosas.
El recital concluirá con una selección de canciones de Richard Strauss (1864-1949), rescatadas de distintos ciclos y períodos de su prolífica carrera, con las que Kaufmann viajará desde el intimismo confesional a la expresión más heroica, en un caleidoscopio de atmósferas que podrán exaltar su versatilidad como intérprete de lieder.