En palabras de las comisarias, “el artista no se propone desarrollar un lenguaje fotográfico específico, sino utilizar el objetivo como testigo para justificar, registrar, matizar e interrogar la actualidad y el progreso”.
Ballester trabaja a través de series, que en esta exposición vienen representadas por una selección de temas como son los grandes espacios paisajísticos, que abarcan desde China hasta Brasil; las naves industriales, a las que el artista señala como espacios desde los que contemplar el pasado y el futuro; y los museos. Hace también una relectura de obras maestras de la pintura italiana del Renacimiento como en la intervención que lleva a cabo con la Anunciación de Fra Angelico, que él convierte en Lugar para una Anunciación.
Las obras presentes en la exposición se caracterizan por la ausencia de la figura humana que el artista atribuye a su “predilección por escoger aquellos momentos en que la presencia directa se desvanece o desaparece por un momento o mi inclinación por buscar lugares que dejaron de ser activos para convertirse en espacios abandonados o en ruinas o que por sus características están ocultos o al otro lado de la sociedad, bien por su marginalidad o por sus características especiales”.
José Manuel Ballester reivindica las enormes posibilidades que brinda la fotografía digital como aliada en la creación de lo que él denomina un nuevo pictorialismo. “Me he servido de disciplinas en principio muy diversas entre sí, que pasan del pincel al ordenador… Cuando comencé a estudiar el mundo de la fotografía digital descubrí el alejamiento que suponía la fotografía analógica respecto de la pintura. Con el nacimiento de la fotografía digital y sus posibilidades de manipulación, se producía un reencuentro con la forma de entender el proceso creativo muy afín a los procedimientos plásticos hasta ahora conocidos. De hecho, siempre he considerado la arquitectura de Photoshop, su diseño, como un amplio tratado de pintura que recuerda los grandes tratados escritos a lo largo de la historia. Esta gran afinidad es la que ha creado un movimiento muy fuerte que me gusta nombrar como período neopictorialista”.
El artista encuentra el motivo de su obra en los espacios de fricción entre la arquitectura y la ciudad, la pintura y la fotografía o entre lo artificial y lo natural. Su obra refleja a menudo la complejidad de la experiencia urbana a través de un nuevo punto de choque, el que confronta al individuo con la globalización.
La exposición ha sido organizada por la Fundación Bancaja a partir de una producción de la Subdirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte.