Moreno Villa fue un intelectual prolífico y polifacético, conocido por su doble faceta de poeta y pintor, aunque también dibujante, historiador, crítico de arte, ensayista, archivero, bibliotecario, articulista y traductor de alemán. Entabló amistad con Emilio Prados, Altolaguirre, Buñuel, Falla, Benjamín Palencia, Dalí y García Lorca, entre otros. En Granada participó en la Exposición Regional de Arte Moderno celebrada en la Casa de los Tiros en 1929.
Con su intensa actividad artística y su compromiso personal con la cultura, contribuyó a transformar de forma decisiva la relación de la creación española de su tiempo con las corrientes de vanguardia que provenían de Europa y, en definitiva, con lo moderno.
Vinculada con la Residencia
Cuando estalla la Guerra Civil, este intelectual se encuentra en Madrid vinculado con la Residencia de Estudiantes, donde residía desde 1917, y con la Institución Libre de Enseñanza, lo que le convertía en sospechoso para el bando rebelde y le empujó a exiliarse. Tras su paso por Nueva York, se estableció definitivamente en México D.F., hasta su muerte en 1955. Nunca regresaría a España.
Pero dejó atrás, en su habitación de la legendaria Residencia de Estudiantes, gran número de sus pinturas, dibujos, manuscritos y muchos de sus objetos personales. Finalizada la guerra, la Residencia y la ILE se disolvieron y sus bienes pasaron al recién creado Instituto Diego Velázquez (integrado en el CSIC), donde permanecieron en el olvido hasta que el profesor Diego Angulo, su director, conocedor del valor de aquellos bienes, organizó una distribución lógica de los mismos. Envió a Málaga, ciudad natal del artista, un lote de 48 obras, realizadas entre 1924 y 1936, que componen la mayor colección de pinturas de Moreno Villa y una de las señas de identidad del Museo de Málaga.