En palabras del comisario de la exposición, Víctor Pérez Escolano, “José Ramón Sierra es un personaje singular que ha sido capaz de integrar su condición de arquitecto en la de un completo artista plástico, dibujante, pintor y escultor, también diseñador, escritor y profesor, al que ninguna faceta creativa le ha sido ajena”.
Sierra es, además, el arquitecto responsable de la rehabilitación de la zona monumental de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, espacios que hoy conforman la sede del CAAC.
Desde los años 60
La muestra se compone de más de cien obras en pintura, escultura, diseño y arquitectura que realizan un recorrido por la vida artística de este creador desde los años 60 del siglo XX a la actualidad. En su primera época los soportes son en su mayoría en madera cubierta de esmaltes, hay también collages y una gran variedad de objetos.
Aún estudiante, Sierra obtuvo el premio de la galería La Pasarela de Sevilla, “con el que quedó identificado como uno de los pilares de la nueva abstracción, abierta a las transformaciones activadas en el panorama internacional de los años sesenta del siglo pasado. Desde entonces no ha habido solución de continuidad. Un recorrido a impulsos renovados que a veces cabe reconocer en series de obras que la muestra ofrece en sus salas. Solo la articulación que reúne esta exposición permite al visitante acercarse y reconocer a José Ramón Sierra en su trayectoria”, destaca Pérez Escolano.
Sin fronteras
No hay fronteras en las distintas actividades de Sierra, ya sea la de pintor, diseñador o arquitecto, y a su actividad como artista añade la experiencia interpretativa de lo existente y de sus transformaciones, utilizando para sus obras elementos que, bien recién fabricados o bien reciclados, provienen de la misma realidad.
En cuanto a sus referencias creadoras, y en el caso de elegir solo a una, ésta sería Marcel Duchamp, “sería este autor el primer vínculo de sus ideas. La fascinante capacidad de reconocer lo nuevo en lo existente es la base de su virtuosismo interpretativo. Y ello vale para su obra plástica, para todos sus proyectos de arquitectura, para sus estudios sobre la ciudad y las casas, o para su experiencia docente, en la que sus alumnos conforman con él una amalgama”, explica el comisario.