El próximo miércoles, 13 de marzo, se abrirá al público en la Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España [1] la exposición Piel sobre tabla. Encuadernaciones mudéjares de la BNE. El mudéjar es un fenómeno característico y exclusivo de los reinos hispánicos de la época medieval y supone la continuidad de la estética árabe en las manifestaciones artísticas de los reinos cristianos.
La encuadernación española es conocida principalmente por el florecimiento del mudéjar entre los siglos XII al XVI, destacando los trabajos efectuados en ciudades como Toledo, Plasencia, Barcelona, Segovia o Zaragoza. La BNE cuenta con un fondo excepcional de estas encuadernaciones, no solamente por su cantidad y calidad, sino también por la diversidad de sus procedencias y temática.
Origen diverso
La muestra incluye 52 ejemplares de origen diverso. La mayoría proceden de instituciones eclesiásticas como la Catedral de Toledo, el Convento de San Vicente de Plasencia, el Monasterio de Poblet, la Catedral de Ávila o el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Otras forman parte de los fondos fundacionales de la BNE, y un tercer grupo entró en la Biblioteca por compra del Estado.
Tal es el caso de la valiosa colección del duque de Osuna e Infantado, que reunió las bibliotecas del marqués de Santillana y del conde de Benavente. En la exposición se pueden ver también fotografías del siglo XIX firmadas por Laurent, con vistas de arquitecturas mudéjares, dos magníficos dibujos de Mariano Fortuny y la bella imagen de una sinagoga plasmada al aguafuerte por el artista holandés Rembrandt van Rijn.
Soporte ideal
Uno de los aspectos más interesantes de la Edad Media en la península ibérica fue, sin duda, la coexistencia de las tres culturas del libro. Entre 711 y 1609, judíos, musulmanes y cristianos compartieron un espacio común en el que la convivencia generó múltiples conflictos, pero también elementos culturales únicos, siendo el más conocido el arte mudéjar.
Los artesanos mudéjares encontraron en las cubiertas de los libros un soporte ideal para desplegar todo su repertorio de geometrías, complejas lacerías y claroscuros. Además, supieron adaptarse a las nuevas exigencias del libro impreso, sustituyendo materiales y mejorando las técnicas, facilitando así la transición de la encuadernación medieval a las técnicas modernas.
Comisarios: Arsenio Sánchez Hernampérez, conservador de la BNE, y Antonio Carpallo Bautista, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid. Miembros del Grupo Bibliopegia.