Las pinturas de Vaquero se han caracterizado durante los últimos años por una representación muy personal de elementos en apariencia banales. En esta muestra va un paso más allá en su gradual ruptura con la descripción meramente realista y presenta obras que giran la mirada hacia su mundo de origen.
Mediante una ingeniosa y singular técnica que combina creta y aguada crea unas escenas en las que la decadencia de las reliquias artísticas queda diluida en algunos casos por la aparición de presencias inquietantes. Sumado a ésto, las referencias al imaginario pop convierten sus creaciones en un emblema del arte contemporáneo más fresco y transgresor.