Este proyecto expositivo se articula alrededor de lo que podrían haber sido los períodos vitales de una persona durante la época vikinga –desde su nacimiento, infancia, juventud y madurez, hasta la muerte y la concepción del más allá– y aborda también sus numerosas campañas de exploración, incursiones piráticas y las relaciones comerciales que establecieron con distintos pueblos. En este sentido, como recuerda el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude de Galicia, José López Campos, «el paso de los vikingos por Galicia dejó una honda huella en nuestra cultura inmaterial, en forma de relatos históricos pero también leyendas, mitos… y ahondar en el conocimiento de este pueblo es también una manera de conocer mejor una parte de nuestra historia».

Una vida vikinga está comisariada por Irene García Losquiño, doctora en Estudios Escandinavos por la Universidad de Aberdeen y una de las mayores especialistas en esta cultura de nuestro país, quien propone un enfoque «que huye de los tópicos bélicos asociados a este pueblo, sin obviarlos, pero acercándose también a temas como la participación de la mujer en campañas de exploración, la vida familiar, los juegos, el comercio, la mezcla con otras culturas y, en definitiva, aquellas caras más olvidadas normalmente por la historia: las de las mujeres, los niños o los esclavos».

Expertos internacionales

El proyecto expositivo cuenta con el respaldo de un comité científico internacional en el que participan el catedrático de Arqueología de la Universidad de Uppsala, Neil Price, conocido también por su participación como presentador de la serie documental Real Vikings –de la productora del drama televisivo Vikings–. También cuenta con la colaboración de la profesora de la Universidad de Uppsala e investigadora senior en el proyecto The Viking Phenomenon, Charlotte Hendenstierna-Jonson; la catedrática de Arqueología Medieval de la University of Highlands and Islands, Alexandra Sanmark, y de investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela como Rosa María Rodríguez Porto y José Carlos Sánchez Pardo, especialistas en la presencia e influencia de esta cultura en la península ibérica.

 

La muestra incluye piezas como una placa granítica encontrada en la ermita de las torres del Oeste de Catoira, donde se puede leer una inscripción de protección contra las incursiones vikingas o un pequeño fragmento de una de las muchas vieiras encontradas en la zona portuaria de la ciudad sueca de Sigtuna, posiblemente relacionadas con peregrinaciones a Santiago de Compostela durante el siglo XII.

También se puede contemplar el báculo del obispo Gonzalo de Mondoñedo, de quien cuenta la leyenda que hundió casi al completo una gran flota vikinga frente a la Mariña lucense; o el manuscrito Corpus Pelagianum, custodiado en la Biblioteca Nacional de España, donde se relata como cien navíos vikingos entraron por la ría de Arousa y avanzaron por Galicia dando muerte en batalla al obispo de Compostela Sisnando II y llegando hasta el Cebreiro.

Exhibe también la recreación a tamaño real de una embarcación vikinga de más de 17 metros de longitud, diseñada por el estudio Cenlitros. Esta recreación está basada en el Skudelev 5, un barco real cuyos restos fueron recuperados en el fiordo de Roskilde, en Dinamarca, y que hoy se conserva en el Vikingeskibs Museet, el museo de barcos vikingos de esa ciudad danesa. Para su construcción –está formada por 584 piezas de cartón ensambladas manualmente– se contó con la asesoría del especialista del museo danés Tom Nicolajsen.

Además, el ilustrador y dibujante David Rubín firma las animaciones en gran formato que los visitantes pueden contemplar en la sala, y que incluyen un corto de cuatro minutos inspirado en uno de los más famosos poemas en nórdico antiguo, el Völuspá, que relata, con voz de la actriz Soledad Felloza, la creación del mundo y su fin: el Ragnarök. Dirigido a Odín, el poema alude a muchos de los mitos nórdicos, como la muerte de Baldr o el encadenamiento de Loki. Además del trabajo del ilustrador ourensano y de Cenlitros, la exposición cuenta también con el diseñador David Carballal, encargado de la gráfica de la sala y el diseño de catálogo.