Los bailarines de Grupo Corpo combinan la exigencia técnica del ballet clásico con la libertad y vigorosidad de las danzas populares de Brasil, llenas de color y ritmos acelerados.
En O Corpo, el coreógrafo Rodrigo Pederneiras, inspirado por el imaginario del cuerpo humano, busca entablar un diálogo innovador con la suma de gestos, sonidos y luces, aquí conducidos, a golpe de contrastes, por la singular banda sonora electrónica de Arnaldo Antunes. Movimientos imposibles, gestos agresivos, cuerpos que se arquean, artistas que danzan muy cerca del suelo… Todo esto, y mucho más, es O Corpo.
Singular banda sonora
Por su parte, el mar otorga vida y movimiento a Sem Mim. Una singular banda sonora, que agita y amansa a las fieras, compuesta al alimón entre Carlos Núñez y José Miguel Wisnik para la pieza, inspirados por el único repertorio medieval gallego-portugués que ha llegado intacto hasta nuestros días, El ciclo de canciones del mar de Vigo, de Martín Codax.
Son precisamente estas letras las que guían a Rodrigo Pederneiras para imprimir el ritmo sobre el escenario en Sem Mim. La coreografía avanza y retrocede gracias a los movimientos sinuosos y abruptos de los torsos de los bailarines. Un escenario metamórfico, ideado por Pederneiras, se transforma durante el espectáculo en mares, montañas, nubes, barcos, redes de pesca, amaneceres… Como guinda, el vestuario se ciñe a la piel de los bailarines y se tiñe de su mismo color, creando la ilusión de que la escena está habitada por hombres y mujeres cuya desnudez solo está cubierta por uno de los signos más arcaicos del imaginario marino: el tatuaje.