Forma abierta, una coproducción del Museo de Arte Moderno de Varsovia y el MACBA, en asociación con el Museo de Arte Contemporânea de Serralves de Oporto, tiene como objetivo explicar el papel de la arquitectura en la expresión de modernidades externas a la ortodoxia.
Concebida como herramienta para el diseño de proyectos arquitectónicos, la teoría de la Forma abierta se origina en los proyectos arquitectónicos de Hansen y en su evolución se aplica en diversos ámbitos, como el del cine, las proyecciones multipantalla, los juegos visuales, la pedagogía del arte y las prácticas performativas de otros artistas, dando lugar a un conjunto amplio de experimentos que sitúan la interacción con el otro, el intercambio y la socialización del objeto artístico en el centro de atención del creador.
Pedagogías radicales
De esta manera, la muestra insiste en la importancia de las pedagogías radicales en un momento de crisis de los sistemas educativos oficiales y en el papel del arte como proveedor de experiencia y enseñanza fuera de las aulas. Hansen ideó y desarrolló un sistema pedagógico revolucionario de gran potencial para el desarrollo de la creatividad. En su sistema se considera que toda acción individual debe ir encaminada a permitir la implicación del grupo.
El papel de Oskar Hansen como profesor en la Academia de Bellas Artes de Varsovia (entre 1952 y 1981) constituye el núcleo central de la exposición, no sólo a través de sus instrumentos pedagógicos, sino también a través del trabajo de sus alumnos KwieKulik, Wiktor Gutt y Waldemar Raniszewski, Grzegorz Kowalski y sus estudiantes Paweł Althamer, Artur Żmijewski, Anna Niesterowicz y Anna Molska, entre otros.
Pedagogo y experimentador
Oskar Hansen (1922-2005) fue miembro del grupo arquitectónico Team 10, primera voz crítica con la ortodoxia moderna de la Carta de Atenas y los seguidores de Le Corbusier. Hansen presentó su teoría de la Forma abierta en la reunión de Otterlo de 1959 y siguió desarrollándola a través de varios proyectos de diferente escala: desde el diseño de exposiciones hasta el sistema lineal continuo, un proyecto de ciudad en forma de red para toda Polonia y el continente europeo.
Su interés se centraba más en desarrollar estrategias de indeterminación, flexibilidad y participación colectiva. De hecho, la noción de forma abierta estaba abierta incluso para Hansen; abierta a la posibilidad de transformación continua, a la influencia de prácticas cercanas y, de manera muchísimo más directa, abierta a la apropiación por parte de sus estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Varsovia.
Cuando a principios de los años cincuenta el Gobierno polaco prohíbe a Hansen ejercer su trabajo de arquitecto, por haber violado los preceptos del realismo socialista imperantes en aquel momento, iniciará su actividad de pedagogo, experimentador y catalizador de una nueva manera de hacer arte.