Tras una larga gira, regresa a Madrid La función por hacer: a modo de despedida; por fin, la función estará «hecha». Teatro sin escenografía, a apenas un palmo de distancia del público, de forma que la verdad de los personajes se confunde con la interpretación de los actores en este montaje dirigido por Miguel del Arco e interpretado, entre otros, por Israel Eljalde y Bárbara Lennie.
Del Arco explica su propuesta: “A través de una puesta en escena hiperrealista, pretendemos que el público llegue a preguntarse si lo que está viendo es real o no; que se vea obligado a procesar a toda velocidad la información que recibe, para decidir cómo debe actuar, porque sus reacciones y sus emociones serán parte activa del espectáculo. Pretendemos convertir al público, a fin de cuentas, en un personaje más de la función que se desarrolla ante sus ojos, a partir de la aparición de los personajes. Ese público ya no será un grupo de personas parapetadas cómodamente en la oscuridad: tendrán que pronunciarse sobre unos personajes que se comportan como terroristas culturales; porque, ¿quién, sino un terrorista cultural, se atrevería a imponer su criterio y sus necesidades por encima de las convenciones sociales y culturales que dictan que el teatro es un lugar de entretenimiento donde la gente de bien va a evadirse tras sus duras jornadas laborales? Queremos que el resultado sea como esos falsos documentales que, a sabiendas de que parten de la recreación de una mentira, llegan a ser tan científicamente verosímiles que hacen dudar a quien los observa. ¿No es acaso esa la esencia del teatro? Crear una obra que no esté, como la naturaleza, carente de orden (por lo menos aparente) y llena de contradicciones, sino que sea como un pequeño mundo en el que todos los elementos tiendan unos a otros y cooperen juntos. Desaparecen los detalles inútiles; todo aquello impuesto por la lógica viva del carácter se reúne, concentrado, en la unidad de seres menos reales y, sin embargo, más verdaderos». O como dirían los americanos: “bigger than life”.
Miguel del Arco
[1]Miguel del Arco (Madrid, 1965) es uno de los artistas más polifacéticos de la escena actual española. A su carrera como actor se suma la dirección de premiados cortometrajes (como MorirDormirSoñar, Palos de ciego amor o La envidia del ejército Nipón) y la escritura de guiones para televisión (A tortas con la vida, Antivicio, Mediterráneo, Al alcance la mano, Pasión adolescente, Lalola o La sopa boba) antes de que diera el salto a una exitosa carrera como autor y director de teatro. En 2009 funda con Aitor Tejada la productora Kamikaze, con la que montan La función por hacer, una versión libre de Seis personajes en busca de autor de Pirandello, escrita por ambos y que se convertiría en un auténtico fenómeno teatral que saltó del hall de un teatro a hacer una gira por más de 60 plazas de toda España, alzándose además con siete Premios Max, incluidos Mejor Espectáculo y Mejor Dirección.
Desde entonces ha ido encadenando éxito tras otro, poniendo en escena textos propios (como Juicio a una zorra, El proyecto Youcali o la más reciente Deseo) y personales versiones de grandes autores (La violación de Lucrecia, de Shakespeare, Veraneantes, a partir de Maxim Gorki, El inspector de Gogol o De ratones y hombres, de Steinbeck).
Miguel del Arco triunfó durante dos años consecutivos en los Premios Max de las Artes Escénicas como mejor director y adaptador (con La función por hacer fue premiado en ambas categorías en 2011 y con Veraneantes en la segunda en 2012).