Más de tres centenares de piezas procedentes de los fondos de la Academia, entre los que se encuentra una gran selección de pinturas, retratos, grabados, joyas bibliográficas y tesoros incunables, documentales gráficos, periódicos, etc., documentan un recorrido histórico por la institución y por las figuras ilustres que la han integrado.
Organizada por Acción Cultural Española (AC/E) y la propia RAE, la muestra está comisariada por Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, quienes resaltan la estructura cronológica y conceptual de una exposición en la que se destacan los momentos más significativos de cada período, desde su surgimiento envuelta en el ambiente ilustrado hasta la actualidad.
Para todos los públicos
La lengua y la palabra está dirigida a públicos de todas las edades y condiciones, ya que, como apunta el director de la RAE, José Manuel Blecua, “la historia de la lengua y de las instituciones que la representan es también la historia de sus hablantes. Los hechos lingüísticos se encuadran también entre las formas de vida y de cultura de todos los ciudadanos”.
La exposición está estructurada en siete apartados relacionados entre sí, que recrean una atmósfera visual, auditiva, emocional e intelectual, para que el visitante, según explica Carmen Iglesias, “se sienta inmerso en cada uno de los períodos de una historia española común, desde el siglo ilustrado, el XVIII, hasta este XXI en el que nos encontramos. A través de la trayectoria interna y externa de la institución se podrá constatar que lejos de ser una torre de marfil, entrar en los 300 años de la RAE permite comprobar que ha sido y sigue siendo profundamente humana y muy sensible y comprometida con lo que sucede en la sociedad. Con independencia de regímenes y situaciones políticas, esta casa siempre se ha caracterizado por su liberalismo”.
La lengua y el habla: del sonido a la voz y la letra
Se trata del primer bloque de la muestra y adentra al visitante en la doble condición del lenguaje visto como magia y como ciencia en la historia de la humanidad. Todas las civilizaciones han otorgado al lenguaje y a la escritura un significado único que se refleja en la exposición, las diferencias entre lengua y habla, y el carácter científico que adquiere actualmente el sistema lingüístico.
La creación y la Ilustración
Segunda etapa en el recorrido, en ella se narran los comienzos de la RAE, cómo surge envuelta en el contexto de la ilustración, cuando las tertulias reúnen a un grupo de librepensadores que hicieron posible el surgimiento de la institución. Para ello contaron con la protección de Felipe V, que en 1723 decretaba la asignación de recursos procedentes de la Renta de Tabaco para la ejecución y mantenimiento del primer Diccionario. A lo largo de este bloque, el visitante podrá acercarse a ejemplares únicos como son la Gramática castellana, de Antonio de Nebrija (1492) y el Diccionario de Autoridades (entre 1726 y 1739).
Guerra y revolución: 1808-1812
La tercera etapa está marcada por el siglo XIX, un período conflictivo. Atrás quedan la Ilustración y las reformas que esta trajo consigo. La invasión napoleónica y los sucesivos levantamientos conforman un panorama que definirá los peores momentos para la institución y sus miembros. El largo período de guerra y revolución provocó la represión, expatriación y división entre la comunidad académica.
Esta guerra también trajo consigo otro hecho histórico, la desintegración de los virreinatos de la monarquía hispánica en los reinos de Indias y las independencias de las repúblicas americanas, lo que pudo haber llevado a una ruptura de la lengua española que no se produjo.
España y América: la lengua que nos une
Este bloque, directamente relacionado con los hechos históricos del apartado anterior, es muy importante para la RAE, ya que no sólo supone un mantenimiento de la lengua, sino que se trata de su difusión. Los americanos consigue su independencia política pero fomentan en las nuevas repúblicas la alfabetización del español. A la unión de la lengua contribuyen Andrés Bello y Rufino José Cuervo, entre otros protagonistas, y por ello se les rinde un merecido homenaje en la exposición.
Entre siglos
Entre los siglos XIX y XX otros acontecimientos marcan la historia de la RAE. En esta quinta etapa las mujeres reivindican un lugar en la institución. Esta llamada obtuvo una respuesta negativa salvo en el caso de María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda en el siglo XVIII, que se convirtió en la primera mujer académica en la categoría de honoraria.
Entre los casos posteriores se veta la entrada a Gertrudis Gómez de Avellaneda, Pardo Bazán, Blanca de los Ríos, Concha Espina, María Moliner. Hasta la restauración de la democracia, en 1977, no ingresa una mujer, Carmen Conde, a la que han seguido ocho más.
Un agitado siglo XX
No sólo han influido los conflictos en este período, sino también la explosión tecnológica que ha permitido enriquecer las técnicas en el conocimiento y tratamiento del lenguaje y el desarrollo científico de los estudios lingüísticos, que se había iniciado en el siglo anterior. La democracia trajo consigo logros importantes y decisivos en el cuidado de la lengua y en la organización de la institución.
Revolución cognitiva y tecnológica
La última etapa de la visita se corresponde con la transformación que ha traído consigo la era digital, no sólo en la vida cotidiana, sino también en el lenguaje, en el estudio y análisis de la lengua y en los métodos e instrumentos de la Academia.
Se trata de una exposición única que será el eje central de los actos con motivo de la celebración de los 300 años de la RAE, que concluirán con una nueva edición –la vigesimotercera– del Diccionario de la lengua española y con la celebración de un simposio internacional sobre ‘El futuro de los diccionarios en la era digital’.