Comisariada por David Barro, la exposición reúne piezas producidas ex profeso para el CAAM que reflejan las tres disciplinas principales del trabajo de la artista: la pintura, la escultura, el dibujo y la instalación site-specific.
Sandra Cinto es una de las grandes renovadoras del dibujo en el contexto del arte latinoamericano. Partiendo del acto de dibujar interviene gráficamente los espacios arquitectónicos, objetos o cualquier imagen, que pasan a tener carácter híbrido.
Resistencia
El arte de Cinto es una forma de resistencia, una utopía de lo bello, de lo justo, de lo social. Sus obras definen una experiencia abismal, insistiendo en una serie de temas, una vez que esa aspiración nunca se consuma, aunque tampoco oscurece la esperanza. Sus paisajes invitan a perderse en la belleza de lo inconmensurable.
En su trabajo, explica David Barro, “nos movemos entre la seducción y la tragedia, entre la atracción de la [1]belleza y la desgarradora conciencia de las heridas del viaje. Sandra Cinto da forma visual a la dificultad de transitar por la vida, de sobrevivir. Así, dibuja mares que son fronteras, paisajes emocionales que responden metafóricamente a esa ardua tarea de acceder de un lugar a otro. En muchos casos son olas que parecen montañas, esas otras fronteras, igual de naturales, de inconmensurables. Son mares que son muros. Otras veces son mares que son puentes, y la frontera se ablanda, se humaniza, permitiendo el paso, el acceso a la otra orilla. La naturaleza se convierte en cultura”.