Este proyecto expositivo recupera el trabajo de Manuel Calvo (Oviedo, 1934), uno de los artistas fundamentales del periodo germinal de la abstracción geométrica que, frente al informalismo predominante en la escena artística española, desarrolló un lenguaje que conectaba formalmente con las vanguardias europeas de principios del siglo XX y que mantuvo una relación de “hermandad” con el movimiento neoconcreto brasileño.
El denominador común que articula las obras que conforman la muestra, realizadas entre los años 1958 y 1964, es la utilización del blanco y negro como elemento compositivo de un trabajo silente, en el que la preeminencia de lo estructural se antepone a los lenguajes del color o del gesto.
Su obra de ese periodo, forjada desde una voluntad de pensamiento abstracto y estructural, obtuvo a su vez una rápida e inusual respuesta internacional a través de sus exposiciones en la Galería Denise René de París.
La muestra llega ahora a José de la Mano tras ser presentada con gran éxito la pasada primavera en el Museo Oteiza de Alzuza [1] (Navarra).