[1]Al desnudo acerca a los visitantes a un conjunto de creaciones de referencia de algunos de los más destacados fotógrafos y artistas visuales, nacionales e internacionales del siglo XX y principios del XXI. Entre ellos están Marina Abramovic, Mayte Vieita, Man Ray, Irving Penn, Edward Weston, Joan Fontcuberta, Dieter Appelt, John Coplans, Eulalia Valldosera, Edward Weston, Carmela García, Rudolf Koppitz, Koos Breukel, Anton Bruehl, Joel-Peter Witkin, Candida Höfer y Ana Mendieta, entre otros.
A través de sus miradas se ha abordado el tema del desnudo desde distintos ámbitos y estilos. Además de ellos hay que destacar que en esta exposición se acogen las polaroids del fotógrafo japonés Nabuyoshi Araki, en los que aparecen una serie de retratos de Engström.
Historia
El visitante puede ver cómo la relación de la fotografía con el desnudo ha estado marcada en todo momento por la objetividad y el realismo que siempre se ha dado a la imagen fotográfica, por el peso que en ella tiene la función social o los diferentes usos que se le pueden otorgar. La fotografía ha encontrado en el desnudo un ámbito privilegiado de indagación y experimentación. De ahí que se pueda hacer un repaso visual e histórico sobre lo que este género ha supuesto para la sociedad y sobre cómo se ha vivido o asumido éste en cada época o de cada autor.
Desde sus inicios y hasta el pictorialismo, el desnudo fotográfico se mantuvo apegado a la tradición del arte occidental y a la idealización del cuerpo. Con la [2]entrada del siglo XX, la fotografía de desnudo sufre profundos cambios, en paralelo a la evolución del propio medio fotográfico. La fotografía modernista, tanto en Europa como en Norteamérica, hace del cuerpo desnudo un territorio privilegiado de experimentación formal, a través del grafismo, la abstracción y el juego de volúmenes, luces y sombras.
En el seno de las vanguardias históricas, el surrealismo convertirá la mujer, el sexo y el erotismo en sus temas principales, siendo el desnudo uno de sus campos naturales de expresión e investigación. A través del lenguaje y la materia fotográfica someterán la representación humana a una auténtica revolución.
Desde finales de los años 60, los artistas del cuerpo y la teoría feminista del arte procederán a revisar críticamente la tradición y la historia del desnudo, a través de una política radical de los cuerpos. En los 90, el formalismo, el surrealismo y el feminismo coexisten, actualizados, en un contexto de clara exacerbación y multiplicación del desnudo.