Las melodías y personajes de las zarzuelas españolas han quedado como reflejo de un Madrid cuya identidad no siempre recibimos con claridad. Es difícil hablar de Madrid sin pensar en personajes literarios como Mari Pepa y Felipe. Sus usos amorosos y su costumbrismo, vinculado al final del siglo XIX, se regenera cada vez que disfrutamos de ellos. Por otro lado, ¿cómo no reconocer la lucha por los derechos de la mujer en esta chulapa que defiende su independencia y su libertad de elección?
La modernidad de sus personajes, su humor y la grandeza de su música nos viene ofrecida en esta ocasión por Ópera Cómica de Madrid, cuyo director, Francisco Matilla, es veterano en estas lides, apoyado en la coreografía por un maestro de maestros: José Antonio. A la sombra del Palacio Real un pueblo palpita y defiende sus amores. Sentir el inicio del preludio de La Revoltosa es sentir a Madrid.
Vida dedicada a la danza
José Antonio Ruiz de la Cruz nace en 1951. A los ocho años debuta en Buenos Aires. En 1964 forma parte de la compañía de María Rosa. Junto a la bailarina madrileña Luisa Aranda crea el Ballet Siluetas, en 1972, para el que realizará sus primeras creaciones coreográficas.
En 1978 se funda el Ballet Nacional de España dirigido por Antonio Gades, y José Antonio es nombrado primer bailarín; entre 1986 y 1992 pasa a ser su director. En 1994 crea la compañía José Antonio y los Ballets Españoles, a la vez que realiza producciones coreográficas para Julio Bocca, Carla Fracci y Aida Gómez. En 1997 es nombrado director de la Compañía Andaluza de Danza y en 2004 vuelve a dirigir el Ballet Nacional de España, cargo que ocupa hasta septiembre de 2011.