La Sagrada Familia de Coecke es un excelente ejemplo de la rica producción pictórica del Renacimiento de Amberes. En ella se percibe la influencia de pintores italianos como Rafael, tanto en la ejecución de las figuras como en la inclusión de motivos decorativos propios de la arquitectura clásica. Es una obra que el artista realiza en la madurez de su trayectoria.
El tratamiento de las transparencias en la camisa del niño y en el velo que cubre a la Virgen denota el virtuosismo con el que Pieter Coecke retrata los tejidos. La pintura incorpora elementos del bodegón flamenco, con una sutil referencia a la fugacidad de la vida y a la necesidad de la redención del pecado. Las frutas que elige son la manzana para aludir al pecado original y las uvas para referirse al Cáliz de Cristo. La temática religiosa del cuadro se completa con un gran medallón situado al fondo que representa la historia de Isaac y Abraham.
La excepcional tabla se exhibe junto con la que realizó el que fuera suegro y maestro de este artista, Pieter Van Dornicke, Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos (1501=1500), de la colección permanente del Lázaro Galdiano. Ambos autores pertenecen a la corriente manierista de la pintura de Amberes que introdujo una mirada italianizante en la pintura flamenca del Renacimiento.
Además, el Museo madrileño acoge la exposición Una colección redescubierta. Tablas flamencas del Museo Lázaro Galdiano [2], resultado de varios años de investigación de la colección de tablas renacentistas que adquirió José Lázaro Galdiano a lo largo de su vida.