Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que ellas se alejaran de un movimiento artístico que les decepcionó porque casi siempre las consideraba en primer lugar como musas, niñas o videntes. Fue un proceso de liberación doloroso, dramático y, en ocasiones, con finales trágicos, que paradójicamente les facilitó la independencia creativa y la superación del yugo teórico e ideológico que los líderes intelectuales del proyecto quisieron imponerles.
Hasta el 28 de enero, el Museo Picasso Málaga presenta la gran exposición ‘Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo’ [1], que reivindica a un grupo de 18 artistas cuya producción ha tenido que esperar demasiado tiempo para alcanzar un grado de reconocimiento verdaderamente notable y cuyo trabajo destacó en el entorno surrealista: Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Unica Zürn.
Comisariada por José Jiménez, catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid, en esta muestra el individualismo y la personalidad de estas mujeres artistas se transmite a través de las más de 120 obras de arte entre pintura, dibujo, escultura, collage, fotografía y películas reunidas para la ocasión.
Incomprendidas, luchadoras y rebeldes, en algunos casos estas artistas fueron eclipsadas o utilizadas perversamente por sus parejas masculinas. Pero sus vidas y su arte no sólo retaban las convenciones sociales e institucionales en función de representar una “alteridad” que otros autorizaban, sino, sobre todo, criticaban con firmeza los efectos represivos que provoca la imposición de normas en razón del tipo de género. Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo muestra en las obras de estas autoras la emergencia de estos nuevos planos de sensibilidad y su función de contraste con la sociedad patriarcal.
Tras Sophie Tauber-Arp. Caminos de vanguardia [2] (octubre 2009-enero 2010), Hilma af Klint. Pionera de la abstracción [3] (octubre 2013-febrero 2014) y Louise Bourgeois. He estado en el infierno y he vuelto [4] (junio-septiembre 2015), el Museo Picasso Málaga aborda de nuevo una exposición que pone en valor el trabajo artístico de la mujer en la historia del arte del siglo XX.
Lista abierta
El comisario de esta exposición afirma que la elección de autoras “no es una opción separatista, sino una tarea de recuperación” y que asimismo “no constituye una enumeración cerrada, sino una lista abierta a nuevas consideraciones e inclusiones. Se trata de una selección que busca la coherencia en la construcción del relato expositivo, teniendo como ejes centrales la calidad artística de las obras y el ejercicio de estas mujeres de su autonomía activa, como sujetos pensantes y creativos, hacia la plena libertad”. El individualismo y la personalidad de estas artistas se transmite a través de las más de cien obras de arte.
Las obras presentes en esta muestra provienen de instituciones europeas de reconocido prestigio como, entre otras, el Moderna Museet, la Tate, el Centre Pompidou, Lee Miller Archives o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, pero también de museos americanos como el Museo de Arte Moderno de México o Yale University Art Gallery, así como de colecciones privadas.