Comisariada por Robert C. Morgan, la muestra pone de manifiesto la complicidad existente entre Morgan y el artista, al tiempo que descubre partes esenciales en la actividad de este creador. Ciria ha vivido durante siete años en Manhattan y fue allí donde se inició la relación entre ambos. Largas conversaciones, según Morgan, que mezclaban las preocupaciones existenciales del artista junto a su joie de vivre y su poder magnetizador.
La exposición Fauces, palabra que independientemente de su sentido provocador o violento define a la perfección la potencialidad de las obra de Ciria, hace un recorrido por el trabajo abstracto del artista. Compuesta por obras de gran formato y una gran instalación donde éste revela las claves de sus últimas investigaciones, llevadas a cabo entre Madrid, Nueva York y Londres, «en ella, Ciria profundiza en la oscuridad para traernos el gozo de la existencia», afirma Morgan.
Estas obras pertenecen a tres grandes series: la mancha rota de Máscaras de la Mirada, donde la repulsión entre el agua y el aceite erosionaba la morfología de la mancha y el volumen; Memoria Abstracta, donde la mancha es un estallido controlado en su expansión y con una retícula de un rigor infranqueable; y por último, Procedimientos, serie desperazada y que aglutina la actual postura conceptual del artista.
Análisis conceptual
El artista español nacido en Manchester y residente en Londres en la actualidad, ha sido definido habitualmente como autor de una personal síntesis entre las dos líneas de fuerza de la abstracción, la gestual y la geométrica, pero en esta muestra se desarrolla un análisis de mayor alcance que se organiza en torno al proceso de elaboración conceptual y formal de su trabajo.
Fauces muestra un continuo afán por desarrollar de manera coherente una defensa de la permanencia y pertinencia del medio pictórico más allá de modas, arraigado en planteamientos plenamente conceptuales sin abandonar en ningún momento la utilización del plano bidimensional y los pigmentos como modo de expresión.
Figura central
José Manuel Ciria es uno de los artistas más destacados de su generación y una figura central en el heterogéneo panorama de la pintura española de las tres últimas décadas. Desde que en 1984 realizara su primera muestra individual en la galería parisina La Ferrière ha trazado una amplia trayectoria delimitada por numerosas exposiciones y premios.
En los últimos años su figura ha adquirido una amplia proyección internacional a través de sus muestras individuales en el Museo de Arte Contemporáneo de Herzliya en Tel Aviv, Israel (2002); Museo Estatal Galería Tretyakov en Moscú, Rusia (2004); Museo Nacional de Polonia, Varsovia (2004); Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas, México (2005); Kunsthalle Museo Centro de Arte PasquArt en Berna, Suiza (2005); Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán en Mérida, México (2006); Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Argentina (2007); Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile (2009), e Instituto Valenciano de Arte Moderno (2010), entre otros muchos espacios museísticos.