Desde 1997, Uslé no ha dejado de trabajar en una serie de cuadros que se conocen como sus pinturas negras y que ocupan un lugar central en el conjunto de su obra. En las ya cincuenta pinturas de la serie Soñé que revelabas, la mayoría ejecutadas de noche, lleva a cabo una disquisición atenta y reflexiva sobre las condiciones estructurales de la pintura y del proceso de pintar. Cada pincelada está cargada de significado en dos sentidos diferentes: por un lado, representa el gesto pictórico y se encuadra en la tradición de reflexión metapictórica de la pintura abstracta y, por otro, puede ser considerada una expresión del pulso del pintor, que transforma las obras en manifestaciones de la conexión directa y sensual del cuerpo del artista con sus cuadros.
Esta combinación de un aura pictórica subjetiva y poética, junto con la introspección conceptual del medio que define todos los cuadros de Uslé, hacen de su obra una de las más relevantes de nuestro tiempo. Todo esto cobra aún mayor relevancia por el hecho de que Uslé lleva mucho tiempo viviendo y trabajando entre Nueva York y España, lo que hace que su trabajo, una combinación del énfasis de la pintura barroca católica con la objetividad intelectual, conecte las tradiciones pictóricas europea y norteamericana.
La exposición, organizada por el Kunstmuseum Bonn en colaboración con el CGAC, cuenta con el apoyo de Acción Cultural Española (AC/E) y llega a Santiago de Compostela tras su presentación en Alemania. Con ocasión de la muestra se ha editado un catálogo con textos de Ángel González, Raphael Rubinstein y Stephan Berg, comisario de la exposición.