Por vez primera, una selección de sus obras más destacadas se exhibe junto a piezas de otros artistas que José Otero Abeledo “Laxeiro” (Donramiro – Lalín, Pontevedra, 23 febrero 1908 – Vigo, 21 julio 1996) miraba con atención o que plantean referencias para un diálogo visual. Como ejemplos de lo primero, las pinturas de Ignacio Zuloaga o Jesús Corredora, que Laxeiro vio en La Habana; las de los años treinta de Arturo Souto, Manuel Colmeiro o Carlos Maside; obras de diferentes épocas de Castelao, Asorey, Maruja Mallo, Luis Seoane o Torres García. Entre las «devociones», Gutiérrez Solana, Vázquez Díaz, Benjamín Palencia, Miró o los más tardíos Antonio Saura, Rafael Canogar o Washington Barcala. Como notas atemporales, Rembrandt y Goya, homenajeados muchas veces por el gallego, y presentes con obra gráfica.
Su comisario destaca que en la muestra «apenas hay datos biográficos pero sí pintura; el recorrido está pensado para pasear y facilitar los diálogos entre las obras» y tiene un «sentido cronológico no estricto, buscando conexiones visuales rápidas. Textos y cartelas señalan rasgos o relaciones que facilitan el seguimiento. El planteamiento expositivo potencia el acercamiento a un artista que fue intuitivo y sagaz; un personaje divertido pero nada frívolo como pintor, incluso con frecuencia dramático en sus búsquedas, en sus hallazgos. Un artista culto, que sabía dónde buscar sus referentes, tanto en la vida como en el arte, en las fiestas populares o en los museos; un ojo avizor capaz de expresar la unión entre dolor y alegría. Al repasar su obra parece claro en qué momentos se detenía con atención, sobre qué debates volvía una y otra vez, a qué se enfrentaba cuando iniciaba un cuadro».
La exposición cuenta con obras de las colecciones del Concello de Vigo (de la Fundación Laxeiro y del Museo Municipal Quiñones de León), pero también de coleccionistas particulares y de museos e instituciones gallegos y de otras comunidades. Además, como un guiño a la trayectoria vital del artista, las fechas de inauguración (23 de febrero) y clausura (21 de julio) se han hecho coincidir con el día de nacimiento y fallecimiento del pintor.
Año Laxeiro
La figura de Laxeiro se enmarca en la Vanguardia histórica gallega, en la que, a principios de los años treinta, un inquieto grupo de jóvenes artistas e intelectuales, conocido como Los Renovadores, inició un proyecto de actualización estética en el contexto de la figuración que en el período de Entreguerras recorría Europa. Los Renovadores reaccionaron contra el costumbrismo regionalista y conectaron con el arte internacional del momento, dirigiendo su mirada hacia las culturas del norte de Europa, desde una idea de Galicia entendida como el límite hacia el sur de la Europa atlántica, conectada por siglos de intercambio a través del Camino de Santiago. Laxeiro, nacido en la Galicia rural y tradicional y fascinado desde niño por las historias de vivos y muertos que escuchaba de su abuela, catalizó como pocos la visión del mundo desde la cultura popular gallega, a partir de la que construye una obra totalmente innovadora, que se va afianzando con los años, del lado de la pintura de pulsión, haciendo de la irracionalidad, de la pasión y del instinto, una de sus más características señas de identidad.
El 1 de abril de 2022, la Real Academia de Belas Artes decidió dedicar el Día das Artes 2022 a Laxeiro, hasta el 1 de abril de 2023, cuando le tomará el relevo el siguiente homenajeado, Martín Códax.