«Hace varios años descubrí en la mitad del camino un bonito árbol solitario en medio de un campo plano y extenso. A veces había trigo verde en el campo, a veces era trigo amarillo, y algunos otros era sólo la tierra arada o hierba verde. Pero el árbol siempre estaba allí, solo y elegante hasta el punto de arrogancia», recuerda Erhardt. Hasta que un día se animó a parar y fotografiar al árbol en su soledad. En los viajes posteriores fue más lejos, se alejó de la carretera y se encontró con el silencio, «ni siquiera el viento se atrevió a hacer ruido», en medio de unas tierras en medio de la nada, sin que nadie las molestara.
Con motivo de la exposición se ha realizado un completo catálogo [1] que incluye todas las fotografías junto a citas de Henri Cartier-Bresson, Jacques Lacan, Allan Sekula o Susan Sontag, entre otros.