Por las fotografías que agrupa la exposición discurren multitud de obras de arquitectura prestigiadas por la historia, sobre las que Bérchez proyecta una particular experiencia visual. A través de fragmentos, juegos columnarios, interiores de iglesias y edificios públicos, plazas y calles, el autor propone un diálogo múltiple alumbrando una nueva mirada sobre lo ya conocido. Bérchez trae a la mirada una inesperada arquitectura atravesada por la historia, a la vez que plasma una forma de ver la arquitectura y entender el mundo con una decidida voluntad de estilo.
Transitan edificios arquitectónicos y ciudades de muy diversas geografías: desde París, México, Constanza, Roma, Venecia, Vicenza, Florencia, Vigevano o Milán hasta algunas más cercanas al autor, como Valencia, Benicarló, Córdoba, Salamanca o Barcelona. Ante ellos, según el también fotógrafo Italo Zannier, «Bérchez es capaz de emocionarse y transmitirnos no solo su emoción, sino también su juicio crítico».
Sus apretados juegos visuales, hipnóticas espirales o alardes constructivos, retratados en su bidimensionalidad fotográfica o sumergidos en densas penumbras, ponen en diálogo creaciones de Bernini, Borromini, Bramante o Miguel Ángel.
Esta muestra, que recala en el centro riojano hasta el 16 de julio, ofrece la novedad de incluir en su contenido la serie Photographica Ovidiana. Ovidio en Tomis. Año 2011, expuesta por primera vez, que gira en torno al exilio de Ovidio en Tomis (Constanza, Rumanía). Una incursión desde la ficción fotográfica por la moderna Constanza (antigua Tomis), el Danubio, las costas del Mar Negro y los vestigios griegos y romanos en tierras rumanas, todo ello impregnado por la poesía ovidiana del destierro.